Las especias: ¿mejor en polvo o en grano?

Las especias son ese ingrediente que no falta en la despensa de ningún cocinista. Y es que un toque de alguna de ellas es capaz de transformar un buen plato en un auténtica obra de arte culinaria. Si os gustan, quizá os hayáis preguntado alguna vez, ¿es mejor comprarlas en polvo o en grano?

Especias en grano

Tener las especias en grano es una buena idea si contáis con un buen molinillo, un mortero o un rallador, ya que recién molidas, ralladas o machacadas conservan más sabor y aroma que sus hermanas en polvo.

Conlleva más tiempo prepararlas y en algún caso algo de pericia y conocimiento. Si vais a usar un mortero, también deberéis informaros antes de cómo se muele cada especia, porque algunas tienen que pasar por algún paso previo como quitarle alguna parte.

Eso sí, si buscáis más intensidad en vuestras elaboraciones es aconsejable que las compréis en grano, ya que el sabor es mucho más auténtico.

Especias en polvo

Son mucho más sencillas de usar y no se necesita ningún esfuerzo más que el de alargar el brazo, abrir el armario donde estén y poner una pizca sobre lo que estemos preparando.

Si llevan un largo tiempo en polvo, la intensidad de sabores será menor ya que los aceites esenciales y los aromas habrán ido desapareciendo poco a poco. Igualmente, si a alguien no le gusta la especia no podrá quitarla del plato, puesto que ésta estará adherida a los alimentos.

Otra ventaja es a la hora de comprarlas, ya que encontrar las especias en polvo es mucho más sencillo que hacerlo en grano, en la mayoría de los casos, y normalmente es también más económico.

Además, de esta forma se pueden adquirir interesantes mezclas de especias como el famoso Ras el Hanout marroquí o el Garam Masala indio

¿Por cuál de los dos modelos os decantáis?