Vengo aquí medio arrastrándome (estoy con la pasa de la fiebre y demás), pero tenía que contarlo.
El sábado estuve en la presentación de Las Eternas, la última publicación de Victoria Álvarez. Nunca había podido asistir a ningún evento con firma de autores JR o RA, y esta vez, que era en fin de semana, no podía perdérmelo.

Una tienda que, si bien es muy original, creo que se le podría sacar mucho más partido (ahora hay vinilos muy bonitos para pegar en las paredes en vez de recortes de papel, o poner las fotografías antiguas en marcos que en los chinos están a 2€). Pero bueno, esto ya es meterme donde no me llaman, que luego viene la socia y me llama bruja.

Cuando llegó Victoria se sentó junto a el director/encargado de (esperad que tengo que buscarlo) vale, no me acuerdo qué revista. El hombre quiso hacer una especie de diálogo en el que Victoria participara, pero no me convenció demasiado su manera de presentar el libro, me veía a mí misma tipo Homer Simpson con la nube en la cabeza y él saltando dentro cada vez que “el presentador” (lo llamaremos así) le preguntaba algo;

Me gustó también lo que “La señora traductora” (ya entenderéis por qué la llamaremos así) le preguntó, pues dio pie a que la autora contara sobre cuánto de su tiempo había dedicado a esta obra, cuántas veces la re-escribió enterita, etc. Lo que no entendí fue el comentario de la misma Señora traductora cuando le dijo “Victoria, debo felicitarte porque yo soy traductora y está muy bien escrito”; aquí es cuando mi cara de “¿no conocía usted las letras de Victoria antes? porque si ha leído Hojas de Dedalera sabrá que esta mujer es capaz de escribir dormida y hacerlo perfectamente bien”. Quizá era otro rollo tipo que está muy bien traducido al catalán o algo lo que quería expresar la mujer, pero yo no me enteré, vamos.

Después llegó la firma y el "holaaaaaaaaaaaaaaaaaaa”. Qué mona va esta chica siempre.


Finalmente unas cuantas fotos más y mi acompañante (al que le agradezco mucho que me llevara aún estando un tanto lejos y me hiciera de fotógrafo) y yo, nos marchamos porque aún teníamos algunas cosas que hacer.
Supongo que se quedarían repartiendo premios a los que vinieron vestidos estilo steampunk y demás; fuere lo que fuere, seguro que Victoria lo pasó genial, y yo pude saludarla y tener sus dos creaciones firmadas.
¡Una tarde de sábado más que entretenida!

Nia