Prevenir y erradicar la violencia son objetivos de diversos Tratados Internacionales desde hace mucho tiempo. Los Estados parte se comprometen a tomar medidas a fin de alcanzar estos objetivos y para ello cuentan (entre otras cosas) con el auxilio de las ciencias. Pero, ¿qué tan eficaces son las herramientas que aportan?
Investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres encontraron que los instrumentos usados actualmente por psiquiatras, psicólogos y oficiales para evaluar los riesgos de violencia y delitos sexuales entre pacientes psiquiátricos, prisioneros y la población general, tienen serias limitaciones y no presentan ventaja alguna sobre instrumentos usados con anterioridad; además, sus mejores predicciones sobre violencia futura son incorrectas el 30 por ciento de las veces.
Un estudio publicado en PLOS One propone una nueva forma de abordar las evaluaciones sobre riesgos de violencias futuras. Este enfoque se basa en identificar factores de riesgo que tienen un claro nexo causal con la violencia, e incluye síntomas de trastornos mentales graves, las condiciones de vida del paciente, y si toman medicación.
El Profesor Jeremy Coid del Instituto de Medicina Preventiva Wolfson de la Universidad Queen Mary de Londres, y autor principal del estudio, dijo: ¨los investigadores se han obsesionado mucho con predecir si un paciente será violento en el futuro, en lugar de buscar las causas de por qué llegan a ser violentos. Si bien es provechoso saber que un paciente tiene alto o bajo riesgo de ser violento si le das el alta del hospital, esto no te dirá qué debes hacer para que dejen de ser violentos.”
Los investigadores se han obsesionado mucho con predecir si un paciente será violento en el futuro, en lugar de buscar las causas de por qué llegan a ser violentos
Y por ello, sostiene que “es más importante saber qué factores están causalmente relacionados porque estos son los factores que deben ser blancos de tratamientos e intervenciones de manejo futuros si el objetivo es prevenir la violencia que sucederá en el futuro.”
En el estudio, se hizo un seguimiento a 409 pacientes (hombres y mujeres) que fueron dados de alta de servicios de seguridad media en Inglaterra y Gales. Recibieron evaluaciones con dos instrumentos antes de reingresar a la comunidad, y después de los 6 y 12 meses siguientes al alta. La información sobre la violencia se recopiló a través de notas de casos individuales y una búsqueda de los registros nacionales de policía.
El análisis del equipo sugiere que los factores de riesgo estándar eran pobres en la identificación de quién sería violento y quién no.
Cuando los investigadores usaron un enfoque causal para confirmar qué factores de riesgo y de protección resultaron en violencia, los hallazgos fueron muy diferentes. Síntomas de trastornos mentales graves, las condiciones de vida del paciente, y si tomaban medicación, fueron elementos muy importantes. Los efectos de pensamientos violentos, estar en una situación de vida inestable, estar bajo estrés y ser incapaz de hacerle frente fueron también tres o cuatro veces más fuertes usando el modelo causal que usando el enfoque predictivo tradicional.
“La dirección futura debería ser identificar factores de riesgo que tengan relaciones causales con los comportamientos violentos y no aquellos que predicen comportamientos violentos. Los factores de riesgo, como ser joven, hombre, de clase social baja, con muchas convicciones violentas previas, pueden ser buenos predictores, sin embargo, ninguno de estos factores son verdaderamente causales,” es decir que están vinculados con la violencia pero pueden no causarla, sostuvo Jeremy Coid.
Fuente: Psypost