El berro es una planta perenne que posee un ritmo de crecimiento realmente veloz. Se desarrolla perfectamente tanto en condiciones acuáticas como semi-acuáticas y es originario de Europa y Asia central. Esta verdura de hoja pertenece a la misma familia que la mostaza (de ahí su sabor ligeramente picante). La planta de berro tiene una altura que puede oscilar entre los 10 y los 50 cm, y sus tallos son muy blandos y bastante ramificados. El berro es una planta que se comercializa durante todo el año, por lo que siempre se pueden aprovechar sus propiedades medicinales. El mejor berro siempre es el de color verde intenso (no conviene comprar el que ya esté un poco amarillento o ligeramente marchito).
El berro tiene buenas cantidades de hierro, calcio, beta-caroteno, vitaminas A, C y E, yodo y azufre. Tiene solo 32 calorías por cada 100 gr. y no tiene ninguna contraindicación para los diabéticos y para quienes tienen hipertensión arterial. La forma de consumo más extendida para el berro es en ensaladas, vinagretas y aderezos. También se pueden incorporar en salsas, sopas, mayonesas y cremas. Algunos de los condimentos más sabrosos incluyen una combinación de berro con otras hierbas y verduras, como cebolla, pimienta, chiles y nuez moscada.
Los usos medicinales del berro están concentrados en toda la planta. Para aprovechar las excelentes propiedades del berro lo mejor es picar finamente toda la planta y prepararla en forma de infusión. El berro es útil para combatir problemas en los riñones, para aliviar problemas digestivos y es muy útil contra la anemia, el bocio y la diabetes. Su alto contenido en beta-caroteno y vitaminas C y E hacen del berro un muy buen antioxidante que contribuye en gran manera a la eliminación de los radicales libres, frenando el envejecimiento prematuro y previniendo al mismo tiempo la aparición de cáncer y tumores.