En Alemania se acaba de aprobar una medida que permitirá a las familias alemanas cobrar por cuidar a sus hijos en el hogar, la ayuda se aplicará a partir del año que viene y se establece un importe de 100 euros mensuales por cada hijo que tengan que cuidar de entre 13 y 24 meses de edad, posteriormente, en el año 2014 se incrementará la ayuda a 150 euros al mes.
La condición para recibir esta prestación, además de la edad del niño, es que no se puede recurrir a ningún servicio público o guardería para el cuidado de los pequeños. Esta medida no está exenta de polémica, la razón es que ese país no ha dejado de predicar la austeridad entre el resto de países comunitarios. En varias ocasiones la canciller Angela Merkel ha aparecido en televisión hablando de España, Grecia o Portugal, indicando que debemos apretarnos el cinturón al máximo, pero evidentemente Alemania no pasa por la situación financiera que los nombrados y no tiene por qué realizar recortes o aplicar medidas de austeridad.
Quizá la crítica más dura que recibe la medida es la que realizan algunos sectores indicando que las madres de ese país se quedarán en el hogar en vez de ir a trabajar. Esta es una cuestión que podemos calificar de dudosa, la razón es que la cuantía de la ayuda no es tan elevada como para motivar a las madres a que dejen sus puestos de trabajo. Esto es lo que opina la oposición en el Parlamento alemán que acusa a la canciller de “clientelismo”, es como se denomina al intercambio de favores, un cargo político regula la concesión de prestaciones a cambio del respaldo electoral. Estamos de acuerdo con la oposición, dado que indica que se debería destinar dinero a las guarderías públicas, una verdadera necesidad.
Son muchos los que critican la medida indicando que el Gobierno excede en sus competencias, la medida se considera injusta y se solicita que se aplique también a aquellas mujeres trabajadoras que dejan a sus hijos en la guardería, de este modo se elimina la posibilidad de que puedan dejar de trabajar. Pero volvemos a insistir en lo mismo, por 100 o 150 euros mensuales una madre no va a dejar de trabajar y menos si el dinero (trabajando la cuantía es mucho mayor) es necesario para mantener el hogar.
En lo que sí se debe trabajar es en la creación de nuevas plazas de guardería pública, este problema lo viven otros países y parece que en todos se intenta esquivar con métodos alternativos, un ejemplo a citar es España. Sorprende saber que la denominada locomotora alemana por su fortaleza económica, tenga un déficit de unas 160.000 plazas de guardería pública. Angela Merkel no parece vivir la realidad de las necesidades de las familias del país, como tampoco lo hacen los políticos españoles. Ahora está la excusa de la crisis pero en época de vacas gordas tampoco se hizo gran cosa al respecto.
Leyendo el artículo de El País podemos saber que el contrato precario está muy instaurado en Alemania, muchas personas (63% de mujeres) trabajan en los denominados minijobs con sueldos de 400 euros mensuales (por trabajo a tiempo parcial). Se denuncia en cierto modo la precariedad del trabajo para las mujeres y de la profunda brecha salarial que existe entre los dos géneros. Por otro lado, la fiscalidad alemana es severa y aleja a las mujeres del mercado laboral, parece ser que el IRPF castiga a los hogares con dos sueldos hasta el punto de que en ocasiones, a la mujer (la que cobra menos) le merece la pena dejar de trabajar, de ahí la medida lanzada por Merkel.
Todo un ejemplo de igualdad de género el que muestra Alemania, en fin, sin desviarnos del tema, como vemos, incluso en países que presumen de ser muy fuertes económicamente, tiene serios problemas con las plazas de guardería, pero ¿cuál es la razón?
Foto | Familymwr
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Las familias alemanas cobrarán por cuidar a sus hijos en casa