Colombia, en general, y los colombianos, en particular, acaban de recibir la peor de las noticias para finalizar el año y que, posiblemente, no deparará nada bueno en el 2010… Una noticia que dinamita todas las esperanzas que tenían en poder encontrar una salida pacífica al conflicto que desangra al país desde hace más de 40 años y que, desgraciadamente, no tiene visos de finalizar; sino por el contrario… se puede perpetuar en el tiempo de manera insostenible para el país americano.
La última noticia que hubiese querido recibir cualquier colombiano se hizo realidad: Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han anunciado que comenzarán a luchar unidas contra el Gobierno de Álvaro Uribe; además, ambas afirmaron que interrumpirán los enfrentamientos entre ellas. “Nos encaminamos a trabajar por la unidad para enfrentar, con firmeza y beligerancia, al actual régimen que el Gobierno de Uribe ha convertido en el más perverso títere de los planes del imperio, pisoteando la dignidad nacional”, afirman la nota hecha pública- y conjunta- por el Secretario Nacional de las FARC y el Comando Central del ELN.
Las dos mayores guerrillas que operan en Colombia- y que cuentan, entre las dos, con más 14.000 milicianos-han decidido unir sus fuerzas después de que el Gobierno de Álvaro Uribe anunciara a ‘bombo y platillo’ un acuerdo con la Administración Obama para permitira Estados Unidos usar bases en territorio colombiano. “Hoy Colombia ha sido convertida en una gran Base Militar a su disposición para ahogar en sangre la resistencia de nuestro pueblo… Como respuesta a esta pretensión guerrista urge rescatar la bandera de la paz en Colombia como un compromiso de todo el continente”, se puede leer en el texto firmado por ambas guerrillas.
Las FARC y el ELN citan, en todo momento, que su “único enemigo” es “el imperialismo norteamericano y su oligarquía lacaya” en clara alusión a Uribe y a su Gobierno. Además afirman que utilizarán “toda la energía combativa y revolucionaria” para conseguir la victoria contra Uribe y sus “grupos paramilitares”. Y para ello ambos grupos armados han dejado los enfrentamientos por el control territorial y por el tráfico de cocaína con la llegada “de una nueva etapa de fraternidad y camaradería”. “Asumimos el compromiso de habilitar los espacios y mecanismos que permitan esclarecer y encontrar las verdaderas causas que nos han llevado a esta absurda confrontación en algunas regiones del país, superarlas y trabajar por resarcir los daños causados”, señala el comunicado.
Esa “absurda confrontación” de la que habla el comunicado ha provocado cientos de muertos entre los dos bandos ya que durante los últimos años las dos guerrillas se han enfrentado entre ellas con vehemencia y con ferocidad para ganar una guerra por el control político y territorial en varias regiones de Colombia donde la presencia de las dos milicias es muy importante, sobre todo en la región del Arauca.
Sin embargo, a pesar de las buenas palabras que han sido plasmadas en el comunicado- “en un ambiente de camaradería, fraternidad y respeto mutuo”- nadie cree que las dos guerrillas colombianas se acaben fusionando; sino que por el contrario se debe a “una unión que consiste en tener buenas relaciones entre las dos fuerzas y sus comandancias, en hacer acuerdos tácitos de carácter político y militar”, señala el periódico colombiano El Espectador.
El Gobierno de Colombia ha salido al paso de este comunicado para afirmar, por boca del vicepresidente Francisco Santos, que “a los terroristas no se les contesta con palabras sino con la fuerza pública”.
Pero para el Gobierno y, sobre todo, para Álvaro Uribe también hay un ‘recadito’ por parte de Raúl Reyes, uno de los líderes de las FARC. “El problema grave de Uribe es que sólo le faltan tres añitos para gobernar y las FARC tienen todo el tiempo del mundo. Son 39 años de lucha. Tomaremos todo el tiempo necesario para alcanzar nuestros objetivos”, dijo el guerrillero en una entrevista concedida al diario brasileño ‘Folha de Sao Paulo’.