Los ácidos grasos Omega 3 son beneficiosos para el desarrollo y salud de los niños, pero siempre en su adecuada proporción, ya que un exceso de su ingesta tiene consecuencias negativas para el buen funcionamiento del organismo. Anteriormente hemos hablado de algunos de los beneficios que ofrecen estos ácidos grasos esenciales que el organismo humano no puede fabricar, por lo que se debe recibir a través de la alimentación o de suplementos, pero no es de sus beneficios de lo que queremos hablar, sino de lo que se podría considerar un error en las formulaciones de productos contra la desnutrición, ya que en ellas se descuidan los ácidos grasos Omega 3.
Según una investigación conjunta llevada a cabo por expertos de la Universidad de Copenhague, la Facultad de Ciencias de la Salud de Uganda y el Hospital Mulago también de Uganda, los actuales alimentos terapéuticos que se utilizan para combatir la desnutrición no corrigen los niveles en sangre de los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, y concretamente los ácidos grasos Omega 3, en niños que sufren una desnutrición severa. Los expertos apuntan que es necesario que se preste más atención en este tipo de formulaciones contra la malnutrición para que los alimentos terapéuticos sean mucho más eficaces.
En el estudio realizado participaron 120 niños de Uganda que sufrían desnutrición aguda en el momento en el que ingresaron en el hospital. El estudio realizó un seguimiento de entre 8 y 16 semanas a este grupo de niños, y a otro grupo formado por 29 niños completamente sanos que actuaron como grupo de control. A los niños con desnutrición se les proporcionó un tratamiento estándar, una formulación a base de leche F-75, un producto nutricional terapéutico que contiene una mezcla de minerales y otros nutrientes, que se añade a la dieta habitual.
Con este suplemento se restauran las funciones fisiológicas y metabólicas, posteriormente se proporcionó una formulación denominada F-100 que aporta proteínas y energía para poder facilitar la pronta recuperación de los niños. Según los análisis realizados, se observó un incremento significativo de los niveles de ácidos grasos Omega 6 en los niños durante el periodo del tratamiento, por el contrario, se observó una disminución del contenido en sangre de los ácidos grasos Omega 3 y otros ácidos como el ácido araquidónico o el ácido docosahexaenoico, todos juegan un papel importante en las funciones cerebrales, el sistema inmunológico, etc.
Las formulaciones F-75 y F-100 utilizadas habitualmente para el tratamiento de los niños que padecen desnutrición aguda, severa y moderada, deben ser nuevamente analizadas y añadir un mayor contenido de ácidos grasos omega 3 para que disminuyan los niveles de ácidos grasos Omega 6, recordemos que según algunos estudios, un nivel elevado de los Omega 6 pueden provocar el riesgo de contraer distintas enfermedades.
Para los expertos ha sido un descuido importante en la formulación de suplementos contra la desnutrición, por ello consideran que es necesario volver a analizar estos suplementos y variar las proporciones de Omega 3 y 6, con ello se logrará una mejor recuperación de los niños. Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la revista científica British Journal of Nutrition.
Foto | DFID – UK Department for International Development
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Las formulaciones de productos contra la desnutrición descuidan los ácidos grasos Omega 3