En algún tiempo se dijo que las fórmulas comercializadas que contaban en su composición con ácidos grasos eran sumamente aconsejables ya que colaboraban en el desarrollo cerebral de los bebés dando como resultado niños más inteligentes, lo cierto es que al parecer no aportan ventajas comparados a otros suplementos alimenticios.
Un nuevo estudio indica que la fórmula suplementada que se utiliza para imitar la leche materna no es capaz de reforzar la inteligencia infantil, o por lo menos, no lo hace más que cualquier otra leche de fórmula que no cuente con el agregado de ácidos grasos, lo que no indica que estos últimos en realidad no representen ningún beneficio, sino que sugiere que esas grasas no proponen ventajas cognitivas a los niños, las que se asocian si con la lactancia materna.
Los niños que son alimentados con leche materna son claramente más listos, ya que estudios previos han comprobado que esos pequeños rinden mucho mejor en los test de desarrollo mental, comparados a los niños que son alimentados con leche de fórmula, la diferencia es que existe una significativa cantidad de ácidos grasos en la leche materna, esenciales en el proceso del desarrollo cerebral de los bebés.
El estudio se llevó a cabo por el equipo formado por los doctores Ahmad Qawasmi, de la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, y de Al-Quds, perteneciente a la Universidad de Jerusalén, en Israel, quienes indican:
“Las diferencias del desarrollo cognitivo entre los bebés criados con leche materna y los alimentados con fórmula fueron un factor clave para el agregado (de ácidos grasos) a las fórmulas infantiles”.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de las fórmulas para bebés que encontramos en el mercado están hechas con leche de vaca y fortificadas con ácidos grasos además de otros nutrientes, y son productos que sobre todo se comercializan desde el año 2002 ya que prometían cumplir la misma función que la leche materna. Los investigadores se encargaron de usar datos de 12 ensayos clínicos realizados entre 1998 y 2005 que comparaban a un grupo de bebés que fueron alimentados con fórmula suplementada y con un grupo alimentado con fórmula pero sin grasas agregadas, formando un total de 1.800 bebés participantes.
Los bebés comenzaron a alimentarse con fórmula al mes de edad y al llegar al año se les realizaron diversos exámenes para poder determinar sus habilidades de lenguaje, de motricidad y su desarrollo mental. El estudio pudo identificar que los bebés alimentados con fórmula suplementada rendían mejor, por lo que se realizó un tercer estudio que reveló que las grasas agregadas reforzaban algunas habilidades pero no todas, análisis posteriores no pudieron marcar significativas diferencias entre ambos grupos de niños. Resumiendo los especialistas concuerdan en que este tipo de alimentos ayuda en el desarrollo visual y en el sistema inmunológico del niño, pero que no lo hace más inteligente, por eso se recomienda la lactancia materna exclusiva durante por lo menos los primeros seis meses de vida.
Vía | Terra
Foto | kodomut de Flickr
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Las fórmulas con ácidos grasos no vuelven a los bebés más inteligentes