La tecnología es la clave del futuro y parece ser que muchas compañías lo saben. En esta línea, una de las pocas empresas porno de realidad virtual, BaDoinkVR, seleccionó unas cuantas personas a pie de calle en San Francisco y les preguntó si querían experimentar sexo virtual. La respuesta queda más que clara. A los preguntados se les dieron unas gafas que al encenderlas, se veían a sí mismos como protagonistas de su fantasía sexual.
El banco estadounidense Piper Jaffray ja informó en julio de este año que para 2025, todo la industria del porno formaría parte de un negocio que permitiría ganar mil millones de dólares, lo que se consideraría el tercer sector más grande de realidad virtual, tras los videojuegos (con 1,4 millones de dólares) y la National Football League (con 1.230 millones de dólares).
La industria del porno está apostando por nuevos avances tecnológicos a raíz de las pérdidas sufridas en los últimos años. Esta desaceleración ha sido provocada por la piratería y la presencia de portales de pornografía gratuitos. Dicha industria se ha visto obligada a buscar alternativas que puedan convencer de nuevo a la gente a pagar por el contenido, y la realidad pornográfica virtual parece ser la respuesta. Ya lo confirmó uno de los analistas de Piper Jaffray, Gene Munster, quien aseguró que la pornografía virtual “podría revolucionar una industria que ha estado estancada desde hace muchos años”, ya que permitiría reforzar las ventas y las suscripciones, dando a la industria del porno una nueva corriente de ingresos.
Los altos costes que supone producir el contenido de realidad virtual, a diferencia de los videos de dos dimensiones que cualquier persona podría grabar con un iPhone, justifica que la industrias que se adentren en la realidad virtual tengan que cobrar por las suscripciones, al menos hasta que haya más cámaras capaces de filmar en un formato de 360 grados.
Está claro que con estos avances en la realidad virtual, la industria del porno saldría beneficiada. Solo queda plantearse las cuestiones éticas que estos avances podrían suponer: ¿la conexión intimidad-porno seguiría existiendo? Viendo el video, las gafas de realidad pornográfica virtual permitirían disfrutar del sexo en cualquier momento y en cualquier lugar. Opinad vosotros mismos.
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