"Qué otras?" "Había otras?" "Yo no me he fijado" "Uh, pues ahora que lo dices ya pensaba yo que..." "Espera que voy al post de ayer y miro"
Chst! No hace falta que os mováis porque ya os las recuerdo yo, por si acaso:
He estado esperando varias semanas para escribir sobre estas excelsas galletas. Pero-por-qué-hija-mía-de-mi-vida-con-la-pinta-que-tienen, pensaréis, así, todo seguido. Pues porque al igual que casi todas las que os apunto aquí, no es mía propia pero existía la posibilidad de que la publicara la persona que me la pasó a mí en primera instancia.
No os ha ocurrido nunca que alguien os pasa una receta, la hacéis, triunfáis, pero vosotros íntimamente se la seguís atribuyendo e incluso la bautizáis en su nombre? La tarta de Cristina, el guiso estilo Pablo...
Pues éstas, para mí, son las citrus sablés de Mikey F.
Detrás de Mikey F. se esconde uno de mis mejores amigos, otro goloso incorregible y gourmet multidisciplinar: lo mismo hace comida oriental, que postres, que patatas a la riojana. Recientemente ha abierto un blog sobre comida, en el que nos cuenta que toda historia tiene una receta, y toda receta tiene una historia.
Estas galletas, originarias de Joy the Baker, son un pecado de mantequilla mezclado con lima y limón. Con su punto de sal marina, han sido una de las creaciones más celebradas por mis catadores y son verdaderamente fantasbulosas. De sabor delicado y cítrico, aguantan perfectas durante muchos días si es que no os dais un atracón antes.
Como fue Mikey el que me recomendó esta maravillosa receta de galletas, os emplazo a que le visitéis y la leáis en su blog, y yo os pongo aquí unas cuantas fotos del proceso.
1. La mantequilla en pomada 2. Ralladura de lima y limón 3. Masa final 4. Rollitos de masa refrigerada
Larga vida a Mikey F. un blog de comida!