Las gorditas, así las llamé desde el primer momento que las ví. Era un día viernes cuando llego a una parada donde aun sobreviven dos de las cinco casas copeva que pusimos. Salieron incluso a encontrarme al escuchar mi voz. Deducí que por su carita eran dos hembras, una se notaba mayor que la otra. Las saludé como siempre, conversé con ellas, y las incentivé a tomar agua y comer.
Esta fue su reacción, ¿quieren verla?...dale clic al video.
Era la primera vez que las veía. Una era mas grande de tamaño, de pelaje claro, gordita a quién llamé Clarita, y la otra era mas pequeña, de pelaje gris oscuro, a quién llamé Benita, por su cara tierna, ambas robustas, bien criadas, un poco sucias y muchas garrapatas, a las que puse atajo de inmediato, tiernamente se dejaron. Con rabia mas que pena, me vine confiada que ahí donde las encontré, estarían bien, por lo menos tendrían bastante comida y agua para algunos días, mientras buscaba a esa persona expectacular que siempre me hace falta para que adopte perritas del camino.
Pasaron los días, las gorditas se me perdieron, imaginé que posiblemente serían de alguien ya que un poco mas arriba del lugar que las dejaron empiezan los terrenos donde en esta temporada siembran. Y un día que tenía que ir mas allá del camino, al pasar por un sector las veo que empiezan a saltar dos perros en el medio de la calzada. Me obligaron a parar, se pusieron delante de mi auto. Mis ojos se preguntaban, ¿que hacen aquí?...y al preguntarles a ellas, saltaban y saltaban de felicidad. Me dió mucha alegría verlas, pensé que eran de alguien y que tenían dueños. Pero no...al ofrecerles comida, ellas me llevaron hacia un lugar donde dejarsela. Había un tacho plástico azul con nada de agua y caja para el alimento, me fui al auto, llené de agua su pote, y de alimento su caja. Desde aquel día subí hasta ahí para verlas, alimentarlas y saberlas felices.
El día viernes recién pasado ellas estaban esperándome, se veían felices de verme, las saludé, les hice cariño, les dejé agua y comida, era tarde asi que la hice cortita, seguí mi camino. Ahí quedaron escondidas entre los matorrales y arbustos del lugar. Ya las sacaré, les dije. Ayer subí nuevamente, no las encontré. Recorrí todo el sector, nada. Había comida, les rellené el pote de agua, el silencio me asustó, pero quise pensar que estarían jugueteando por esos lugares. Dale clic al video, te asombrarás lo felices que eran cuando me veían llegar, aquí una prueba.
Hoy me avisan que las perritas no están. Que el sábado unos niños subieron alimentar y encontraron a la gordita grande, Clarita, como le decía, muerta e hinchada, y la gordita Benita, muy asustada.
Benita se logró salvar, si la quieres adoptar por favor comunícate lo antes posible con [email protected] Buscamos a alguien que la acepte como es, es una perra muy dócil, querible al estirar la mano.
Mi agradecimiento a quienes el sábado subieron. No saben la tremenda dicha que siento que mi obra siga en pié a través de tanta gente joven que se ha visto involucrada con los perros del camino.,
da lo mismo el nombre que le hayan puesto a sus agrupaciones, grupos, fundaciones, todas ellas nacieron de esta página.
Con la perdida de Clarita, o de cualquier perro que no hemos logrado sacar de ese camino, es aquí cuando siento que la impotencia me supera, me rebelo ante los seres humanos, siento que no vale la pena ser como ellos, como no van a entender que estas dos pequeñas no le hacían mal a nadie, les gustaba comer, eran felices con su maldita realidad que la dejó un humano de mierda mal nacido. Me perdonan, mi rabia se hace sentir, a pesar de ser una dama, son unos ctm., pero si no estoy mas seguido por aquí es solo por la tremenda desilución que me han dado cada día que encuentro un perro nuevo en el cruel abandono, lleno de garrapatas, pulgas, esquelético, triste, etc. Cuando le hago el bien a alguien, no pienso en que es, si es un humano o un perro, tengo temor que llegue el día que un humano me necesite y yo siga de largo.
Hoy Clarita descansa en paz, quiero pensar positivo, dejó de sufrir, de sentir pena en su instinto, sin movimiento de colita. Quiero imaginar que hoy es libre, que hoy es feliz.
Clarita
Marcela Opazo
Los perros del camino?... son todos aquellos que de una u otra manera estando perdidos o abandonados, Dios los pone en mi camino cuando paso...y algo me dice: tienes que detenerte, no puedes seguir...nadie es invisible.