Volvemos a traer hoy un bolsilibro de la colección Pulp Stories de Cazador de Ratas. Bajo el sugerente título Las guerras infinitas se esconde un relato corto de ciencia ficción donde se nos plantea un futuro en el que se ha descubierto la vida eterna. En ese escenario encontramos a Ray, un bioingenio diseñado para luchar en el frente de los conflictos, y que carece de las limitaciones de los demás bioingenios, que pueden resucitar hasta 3 veces después de morir.
Lo que encontramos en «Las guerras infinitas» es un relato cautivador, que cuenta con una premisa original que bajo mi punto de vista podría servir de punto de partida para desarrollarse en profundidad en una novela. Como toda buena ciencia ficción, la obra invita a reflexionar sobre las ideas que pone sobre la mesa, en especial sobre el concepto de inmortalidad visto como una maldición. Para ello el autor se sirve de unas cuantas imágenes potentes y un tono desencantado que impregna el relato de cierto aire intimista y melancólico. Y esto funciona de maravilla en el relato.
Juan Antonio Oliva Ostos consigue, para mi gusto, una narración exquisita, con una calidad literaria muy superior a lo que podríamos esperar de una obra enmarcada en una colección pulp. Juan Antonio alterna en la narración presente y pasado de un modo muy certero, acudiendo a los recuerdos del protagonista para contar, a modo de flashback, cómo ha llegado hasta el momento en que se sitúa el relato, al tiempo que le sirve como herramienta para dibujar el trasfondo de una humanidad futurista pero no por ello mejor. Uno de los logros del autor es lo bien que define al protagonista para que nos metamos en su cabeza desde la primera página y comprendamos sus motivaciones pese a su verdadera naturaleza no humana.
Hasta el momento, considero «Las guerras infinitas» como el relato más redondo de la colección «Pulp Stories». La calidad del texto me resulta innegable, sus ideas son la mar de interesantes y su desarrollo se sostiene sin dificultad. Una lectura muy recomendable y un autor al que seguir la pista.