¿Luces y sombras en la maternidad? No lo sé, pero yo creo que el ser mujer es lo que nos predispone, seamos madres o no, a vivir intensamente nuestras luces y sombras. Porque somos mujeres y vivimos intensamente los detalles… y con mayor intensidad cuando la maternidad nos hace vivir de forma apasionada no solo nuestra vida, sino la de nuestros hijos también. Ya había luces y sombras antes, solo que la fricción entre las alternativas eran menores y las dudas adquirían un tono menos trascendental o digamos… más superficial.
Si la maternidad te coloca en una posición más trascendental en la vida, esas luces y sombras se acentúan, porque la fricción entre cualquier alternativa es mucho más fuerte. Si cedes poder a las dudas es cuando mayor oscuridad acontece; por eso, y dado que las dudas van a adquirir una fuerza mayor cuando eres madre, las tienes que tener presentes pero con la suficiente distancia como para no dejarte arrastrar por ellas. Cuanto mejor sea el manejo de las dudas en la maternidad más luces disfrutas y más te centras en las luces ajenas. Y es que veces creo que nos miramos unas madres a otras tratando de ver quién tiene más sombras… olvidándonos de ver las luces. En una habitación a oscuras todas las madres somos ciegas. Al aire libre todas somos luz.
Todas hemos renunciado a algo, pero no nos fijamos en la renuncia, sino en lo que hemos renunciado: tú a tu trabajo, tú no; tú a tu ascenso, tú no; tú a tus escapadas, tú no; tú a tu disfrute más tuyo, tú no…; tú a…, tú no… Y comparamos esas cosas sin tener en cuenta que todas hemos renunciado a algo en algún momento por propia voluntad y en libertad (y que lo seguimos haciendo). No es que unas tengamos más sombras o luces que otras en nuestra maternidad, sino que la capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias son diferentes. Cada una se adapta como puede, quiere o sabe a su maternidad.
Convencida estoy de que en una habitación a oscuras todas las madres somos ciegas: cuantas más sombras dejes entrar en tu vida más te centras en las sombras de las demás. En cambio… al aire LIBRE todas las madres somos luz: cuanta más luz dejes entrar en tu maternidad, más te centrarás en las luces de las demás.
Tengo sombras como la que más, pero también la capacidad de sacar luz y hace tiempo que decidí que mis sombras no me caracterizan. Las sombras son propias, pero no me gusta participar de sombras ajenas y por eso huyo cuando alguien tiene una sombra tan grande que además de dar “cobijo” propio si te pilla cerca te lo da a ti.
Porque… ¿qué es lo que hace una madre? Dar (a) luz. Y eso es algo que va mucho más allá de lo físico… La sombra es solo una opción, la luz es lo que caracteriza a una mujer. Y a una madre. Es la luz, no la sombra. Y lo que tú quieras mostrar de ti, o ver en otras madres es lo que te caracteriza. Dar luz es clave en la maternidad.
Y tú… ¿eres de luces o sombras?