Miren ya estoy hasta las narices de tragarme el cuento de Juan Pimiento de que como soy adulta ya no puedo creer en Santa Claus ni en los Reyes Magos y que eso significa que me quedo sin regalo o peor aún que me toque un par de calcetines.
Desde aquí grito a los cuatro vientos: CREO. Y MUCHO. ¡Y QUIERO REGALO! ¡No unos malditos calcetines! Que me he portado muy requetebien.
Eso significa que desde el sábado 1 de diciembre en mi casa se han encendido las luces, he sacado el Belén, estoy en el proceso de poner el árbol de Navidad y he iniciado con la campaña ¡que ya quisiera el Corte Inglés con todo y Naomi Watts! que consiste básicamente en torturar diario a Semenator diciéndole cuántos días quedan para Navidad y preguntándole si ya tiene mi regalo.
Su gran agobio es que- según él- soy muy complicada de regalar, que nunca tiene idea de que comprar, que odia los centros comerciales, que eso es una tradición muy americana, que porque no me lo compro yo, me lo envuelvo y le pongo su tarjeta.
¡No señor! Un regalo significa quebrarse la cabeza con la ilusión de sorprender. Es patearse el centro comercial y acabar agotado de escuchar todo tipo de villancico taladrador de tímpano. Es comparar precios. Es hacer filas. Es envolver regalos. Es buscar en internet el súper chollo. Es imaginarte la cara de emoción de la persona.
Es tocarle la patata y el coraSooon (como se dice en mexi) a la persona que más amas.
Pero como nunca lo he logrado convencer de todo este rollaco, hoy se me ha ocurrido una idea muy original que a lo mejor alguien quiere poner en marcha.
¿Por qué nadie -por decir nadie me refiero a ninguna marca- ha sacado la aplicación del Iphone de “Carta a los Santos Reyes” pero para madres? ¿Por qué existen catálogo de juguetes del Corte Inglés y no catálogo de ilusiones para madres?
Oiga siempre nos ha gustado pedir, a las mujeres nos encanta soñar y si algo he aprendido siendo madre es que “quién no llora no mama”.
Sería mágico escribir una cartita con las cositas que me ilusionan…digo de ahí a que se cumplan pues sólo es cuestión de creer ¡y de torturar a Semenator! pero sobre todo ustedes se imaginan la cara de Semenator cuando reciba en su bandeja un correo de Loewe diciendo “Querido Santo Rey (le queda al pelo el nombre) he aquí una carta de deseos”… 0_0
Así que luchemos por una navidad para MADRES que de los hijos nos ocupamos diario y seguro que se divertirán horas con los restos del papel y las cajas de nuestros regalos.
¡Quedan tan sólo 20 días! y ya veo a mi Santo dos horas antes de la cena envolviendo un turrón 1880 robado de la despensa de mi suegra…
¡Ainss! que como suceda de nuevo este año yo también tengo regalo para Santa:
P.S. Este post ha sido redactado bajo el código de confianza tortura china al dueño de mi corasón. Cualquier indicador de chantaje emocional es mera coincidencia. Quizás un post logré el efecto buscado y que estas Navidades caiga regalo y si no que alguna marca me contraté para desarrollar dicha app que seguro se forran, me forran y todas las madres tenemos regalo fijo utilizando armas letales de presión directa