Resulta verdaderamente complicado desarrollar una marca, y cuando me refiero a complicado va mucho más allá de una tipografía y un imagotipo sacado de los millones que hay en internet. Lo que resulta complicado es sacar el transfondo de ese montón de símbolos y de colores que intentamos plasmar en un logo.
Hay personas que les resulta sencillo o posiblemente algo más, dentro del proceso de conformar una entidad cualquiera. Una marca dice mucho de lo cuidado que tenemos todo lo que puede haber detrás. El cariño se nota en la marca, en las líneas que utilizamos para desarrollar los contenidos y el la gestión de los comentarios en twitter. ¡Eso también hace marca!
Cuando la casa se construye con unos cimientos sólidos, cuidados y con ideas fuertes que van más allá del propio beneficio económico, pues las cosas suelen funcionar, y si por lo menos no es así, lo has intentado desde la voluntad de hacer lo que tocaba en ese momento.
Puede que en esta parte salga mi lado más romántico de la vida, pero en el turismo no lo tenemos tan complicado. Muchas de las ilusiones de gran parte del planeta están depositadas en una serie de días al año en el que nosotros seremos los encargados de hacerles felices. Me decía hoy el camarero que tiene la cafetería debajo de la oficina: “Llegué hace una semana de vacaciones, y lo bueno de todo esto es que me queda una semana menos para las siguientes“
Al final todo se trata de una actividad económica traducida con las ilusiones que nos da tener ese transfondo de actividad social. Vais a pensar que tengo acciones de Airbnb pero me suele gustar bastante lo que hacen, al menos a nivel promocional. El video de su marca no tiene desperdicio, y aunque muy sencillo, tienen bastante claro el objetivo.
No se si a vosotr@s, pero esta marca tiene algo diferente a las demás que engancha