Muchas familias siguen creyendo que mantener a sus bebés lejos de la convivencia con los animales es lo mejor que pueden hacer para cuidar su salud, lo cierto es que en realidad resulta en todo lo contrario, ya que cada vez mayor cantidad de estudios demuestran que lo mejor es que los niños tengan contacto con las mascotas, cada vez desde edades más tempranas.
Un estudio reciente sugiere que los bebés que conviven con animales domésticos como los perros y los gatos son menos propensos a desarrollar alergias a esos mismos animales en el transcurso de sus vidas, pero solamente ocurre si ese animal vive en el mismo hogar que el niño mientras este sea aún un bebé de pocos meses de nacidos. Se compararon a esos niños con otros que hayan nacido en hogares libres de la presencia de gatos y perros, y los que si lo hicieron tenían por lo menos la mitad de probabilidades de ser alérgicos a la piel de esos animales hacia la adolescencia.
Todo esto ocurre ya que la exposición a los animales en cualquier momento durante el primer año de vida de los bebés supondría una exposición a los alérgenos del animal y bacterias que funcionan fortaleciendo su sistema inmunológico, algo realmente positivo. Los especialistas no consiguieron especificar cambios en esos niños que fueron expuestos luego del primer año de vida, por lo que no pareció haber ningún efecto sobre el riesgo de alergia, lo que indica que el tiempo puede ser esencial en lo que refiere a la prevención a las alergias durante el desarrollo de su vida.
La suciedad, como muchas veces se ha indicado, es buena en cierta medida cuando se expone al niño a ella con criterio, es decir, los pequeños acostumbran sus cuerpos al pelo y bacterias de los animales, si que esto les suponga problemas a su salud, por eso crecen con esta programación, lo que les impide luego padecer alergias o enfermedades relacionadas con los animales.
La doctora Ganesa Wegienka, investigadora principal del estudio, indica:
“La suciedad es buena”…“Tu sistema inmunológico, si está ocupado con la exposición desde el principio, se aleja del perfil inmune alérgico”.
El estudio entonces indica que no es necesario regalar a la mascota de la familia cuando se sabe que se va a tener un nuevo bebé, aunque claro, hay que tener al animal lo suficientemente limpio para que convivir con él sea algo saludable y agradable.