¡Las matemáticas son un juego de niños!

¿Podemos jugar con las matemáticas cuando nuestros hijos son tan pequeños? Mi respuesta siempre será un sí; es más, se puede y se debe, porque jugar con las matemáticas permite desarrollar procesos cognitivos de nivel superior que les permitirán entender entre otras cosas cómo “funcionan” muchas cosas a su alrededor: cómo hay lógica, intuición, relaciones… La naturaleza tiene mucho de matemáticas, y el ser humano también.

Es fácil aprender los números. De hecho, es una cantinela mucho más fácil de aprender que la canción de “Cumpleaños feliz” a la misma edad. No tiene nada de especial si se aprenden sin entender qué hay más allá de ellos.

Los números son solo una representación gráfica y vocal de una cantidad. Un niño es más intuitivo que un adulto porque ve lo que hay, no lo que aparenta, no lo que cree, no lo que debería o no de ver… pero para ello hay que dejarles ver lo que hay. Y en esta ocasión lo que hay detrás de un número es una cantidad.

El juego infantil que hoy os propongo para aprender jugando es muy sencillo también de preparar. Necesitaréis un dado grande y  hoy usé láminas para plastificar los números que previamente había impreso (pero si no tenéis plastificadora podéis usar cualquier otro material que os guste para elaborar las tarjetas, como las hojas de álbumes de fotos que suelo usar tanto en otras ocasiones).

Ya podéis intuir que vamos a jugar a relacionar cantidades con números. Es más que probable que si habéis jugado a contar escaleras, juguetes, piezas… los niños sepan ya contar con soltura la “canción” hasta cierto número. Ahora mediante el juego ellos mismos van a descubrir con nuestra ayuda la relación entre cantidades y cifras, y me apostaría algo rico a que lo harán rápidamente y a que te sorprenderán cuando les digas “mira, ¡un árbol” (por ejemplo) con un “hay dos”. Porque así son los niños. Geniales.

Con este tipo de juegos les das el material para que ellos empiecen (aún cuando les ayudamos) a desencadenar procesos cognitivos mediante la intuición y experiencia sensorial. Es en la manipulación de las matemáticas donde establecen esa conexión entre intuición, experiencia, pensamiento… Pensad más adelante cómo podríamos introducir más dados y aprender a sumar. ¿Genial, verdad? Y natural.

Tan sencillo como tirar un dado y contar (o dos dados, o tres… según la etapa de tu hijo) y buscar la cifra que representa la cantidad. Tira el dado salerosamente, les encanta… Puedes adaptar el juego como siempre recomiendo a las necesidades de tu hijo.

Me gustaría aprovechar esta breve introducción al juego manipulativo (como desencadenante del proceso cognitivo) recomendándoos una web que descubrí hace meses a través de Twitter y que enseguida veréis por qué me gusta. Se llama Memoryteca, y aunque a mí me sale de ojo buscar juguetes e inspiración para mis hijos, tened en cuenta que este tipo de juego relacionando manipulación y procesos cognitivos resultan muy beneficiosos tanto para ancianos como para personas con necesidades específicas al respecto. Por eso podréis encontrar juguetes para todas las edades y necesidades.

Os pongo un par de ejemplos, por elegir algunos, pero sé que os gustará la selección que realizan (están las flashcards que tanto nos gustan en casa, por ejemplo)

LITTLE OBSERVATION

ROLL & PLAY

Además, ofrecen información adicional que quizá encontréis interesante; presiento que Memoryteca lleva mucha pasión en su proyecto. Si además os gusta como a mí este tipo de conocimientos os animo a seguirlos también a través de las redes sociales porque comparten curiosidades al respecto.

¡Disfrutad de la semana!

 *Este no es un post patrocinado, pero lo que me gusta mucho se me nota.