Stan Winston fue uno de los mejores especialistas en maquillaje y efectos especiales de la historia del cine, y a él le debemos muchas de las criaturas y efectos de nuestras películas favoritas. En este post repasaremos algunas de las mayores obras de un genio que encontró el punto perfecto entre las maquetas y el CGI, algo que desde su muerte en el año 2008 es ya casi un arte perdido. No obstante, la escuela de Stan Winston sigue trabajando en multitud de películas, y aportando su gran talento para nuevas producciones, pero para el recuerdo nos quedan algunas de sus mejores creaciones.
Terminator
La primera película de James Cameron contaba con un planteamiento interesante, y con un tramo final que ponía los pelos de punta cuando el personaje de Arnold Schwarzenegger quedaba envuelto en llamas y sólo su esqueleto metálico continuaba adelante para acabar con Sarah Connor y Kyle Reese. El Terminator era un modelo animado por Stop Motion, implacable y que demostraba a la perfección aquello de “menos es más”. El trabajo de Winston también brillaba en la parte en la que Terminator se operaba a sí mismo.
Reina Alien
En ‘Aliens’, Cameron no volvió a llamar a H.R. Giger porque aseguraba que ya tenía ideas para el personaje estrella, la Reina Alien. Ese mastodonte animado de dientes traslúcidos era enorme y creo que reapareció hace poco en un almacén en un pésimo estado, lo que es una pena puesto que añadía una dimensión nueva al xenomorfo de la cinta de Ridley Scott.
Depredador
El cazador alienígena que conocemos todos no es el primer diseño que fue utilizado en la película. El otro, que podéis verlo aquí, hizo que John McTiernan casi sufriera un infarto y acabó cruzándose con James Cameron, que repite de nuevo en esta lista. Idea suya fueron las míticas mandíbulas, pero fue Winston el que se encargó de hacerlo realidad.
T rex
Hace dos días volví a ver la escena en la que el Tiranosaurio de libera de su jaula y ataca los dos vehículos, y ésta no ha envejecido nada. Veinte años han pasado desde su estreno y aunque algunas películas han envejecido de una forma espantosa, esta sigue siendo igual de impresionante que siempre.
Velocirraptor
Pero si el Tiranosaurio logró hacerse un hueco en la memoria de los niños por su tamaño y espectacularidad, los adultos recuerdan a los Velocirraptores. Cierto es que en la película son más grandes de lo que eran en realidad (creo que se parecen más a los Deinonichus), pero resultaban aterradores porque se trataba de seres ágiles, rápidos e implacables. Si el T Rex liberándose de las verjas hacía temblar los coches, los velocirraptores en una cocina ponían los pelos de punta. No eran monstruos de película de ciencia ficción sino asesinos despiadados que dentro de ellos contaban con un operario que cargaba con el traje. Creo que ya publicamos cómo se hicieron estos dinosaurios en su momento, y uno de los problemas a los que se enfrenta ‘Jurassic World’ es que, al estar situada en la Isla Nublar, tienen que buscar una forma de explicar el regreso de unos animales que morían en la primera película.
T1000
James Cameron dijo que el T800 era un tanque, así que la versión más moderna del asesino cibernético debía ser un ferrari. Y para ello contrató al actor Robert Patrick, de orejas felinas y que parecía mucho más fluido que su enemigo en el film. De hecho, la gracia de Terminator 2 era que Patrick parecía más bueno y humano que Arnold Schwarzenegger, y sólo hasta la escena del pasillo (Y que casi parece un product placement de Coca Cola al mostrar que un tipo que va a por una lata de pepsi se ve atrapado en el fuego cruzado) era cuando sabíamos qué rol jugaba cada uno. Lástima que los tráilers destriparan la sorpresa. El cuanto a Winston, hizo grandes animatronics de un personaje que iba cambiando de cara y que tenía un aspecto cromado y tridimensional. Es famosa sobre todo la escena en la que lo disparan a través de la cara, y que ha sido imitada en miles de ocasiones.
Iron Man
La armadura de Iron Man fue uno de los últimos proyectos del diseñador. Aunque es sobre todo CGI, lo cierto es que hubo que construir grandes partes móviles para que las llevara Robert Downey Jr, y había que encontrar la forma de que no notásemos la diferencia entre real y no cuando la veíamos en la pantalla. Pesada, colorida y tremendamente carismática, la armadura demuestra que el mejor superpoder del mundo es el dinero.
Eduardo Manostijeras
La esencia de Eduardo Manostijeras consiste en un personaje incapaz de abrazar. Alrededor de ese momento se construye la película entera, en la que una de las señas de identidad son precisamente sus extrañas manos. Esas que hacen daño todo lo que toca, como cuando intenta acariciar a Vincent Price y lo único que hace es cortarle las mejillas. Un ser inacabado que inspira lástima y que provocó grandes problemas a Johnny Depp durante el rodaje en momentos tan incómodos como a la hora de ir al baño.