Aunque en su día me juré a mí mismo que no entraría en estas cosas, compruebo con sorpresa que últimamente me cuesta mantener la calma. Voy leyendo lo que se escribe en torno a la ciencia ficción, cómo intentan sacar negocio de ella los mercachifles y advenedizos, y mi indignación sube por momentos. Tranquilos, no voy a referirme de nuevo a la bastardización del término distopía (al menos de momento). Esta vez mi solivianto procede de la lista de libros publicada en el magacín Jot Down. Bajo el título ¿Cuál es la mejor novela de ciencia ficción? se ofrece una lista de 14 libros que el profano encontrará interesante, pero cuya desigual composición hará que los aficionados al género se echen las manos a la cabeza.
Todos son buenos libros, y algunos de ellos figuran ahì acertadamente, pero la mayoría no merece el calificativo que les endilga el título de la lista ni por asomo. Lo peor es que más allá de las filias personales de quienes la han confeccionado, es evidente que ha sido el factor popular o coyuntural el que ha motivado la inclusión de algunos de sus elementos. Contact, de Carl Sagan, está ahí por el relanzamiento, en estos mismos momentos, de Cosmos, la serie de televisión creada por su autor. Que la humorada de Douglas Adams tenga sitio se debe a la presencia en la revista, este mismo mes, de un artículo dedicado a la correspondiente película. Que figure la descocada Snow Crash como representante del cyberpunk, sólo para que Stephenson, autor muy del gusto de la hispteriada, tenga su cuñita, es fuerte; que elijan Yo robot, una antología de cuentos (no una novela, muy profesional) para que conste también el nombre de quien más vende en el género, Asimov, y pasen de obras superiores del propio Buen Doctor, es ya insufrible. La clave es, seguramente, que las Fundaciones o Los propios dioses no tienen película, y me da que es del cine de donde proviene cierta parte de esta lista. La prueba es que tampoco se han elegido las mejores novelas de Verne, Clarke o Dick, sino las que hicieron famosas Méliès, Kubrick y Scott.
Quién iba a suponer, hace quince años, que el mayor peligro para la ciencia ficción literaria más allá del muro no iba a estar en cómo la trataran los escritores, sino en la falta de preparación y la estulticia de los comentaristas. Sencillamente, no están preparados y tampoco les interesa. Es uno de los síntomas de la era digital. Con internet a mano, ahora todo el mundo sabe de todo, pero mal. La especialización ha muerto. Se hacen listas de lo mejor de un género literario basándose en sus adaptaciones al cine, y sale lo que sale. Luego está lo del nuevo periodismo, claro. No el de Tom Wolfe, Gay Talese y demás, sino el de la Era Digital. Prima lo cool, el ingenio y la frescura sobre el rigor. Lean los comentarios. Son guays, molan. No digo nada, están en su derecho, ese es el tono que buscan. Lo acepto. ¿Pero no podían haberle puesto otro título a la lista? No sé, tal vez Las novelas más chachis de ciencia ficción, o algo en consonancia.
En fin, si les interesa de verdad entrar en este género literario, si lo que quieren conocer son los libros de ciancia ficción y no las películas, les voy a ofrecer unas cuantas recomendaciones. Da la casualidad de que recientemente estuve revisando discos del tiempo de Maricastaña, y en algunos encontré las copias de seguridad de un viejo ordenador. Estamos en la época de las redes sociales, pero antes de Facebook y Twitter el internauta se reunía en foros, y antes de eso, en el irc y las listas de correo. Mi primer contacto con aficionados en la Red fue allá por 1995. Me creía solo en esto de la cf y resultó que eramos muchos. En la lista #cienciaficción había una actividad que muchas veces recuerdo con nostalgia. Ya apenas escribe nadie, pero ahí continuamos, casi mil aficionados, en línea todavía sólo por un viejo recuerdo, el de los 2000 mensajes mensuales de media, algunos de ellos auténticos tratados sobre obras del género.
En esos discos rescatados a los que me refería encontré mucha información de entonces, mensajes, extractos, adjuntos... cosas como lo que reproduzco a continuación. La lista con "Las 12 mejores obras de la ciencia ficción" se confeccionó a partir de las aportaciones de unos 50 miembros, todos ellos conocedores de la materia, con un bagaje de lecturas importante. Como moderador que era (uno de varios), me tocó coordinarla y efectuar el cálculo final; por eso la conservo. Es una lista confeccionada desde el fandomismo, con las ventajas e inconvenientes que esto conlleva, pero puedo asegurar que el conocimiento de las obras procedía de su lectura, y que su valoración se había ido construyendo desde el diálogo y el debate. Esto ocurrió en enero de 2002. Los participantes entregaron una lista con sus diez obras predilectas de la ciencia ficción, y luego se sumaron todas. La cifra tras cada título refleja el número de listas en las que este figura. Hubo cuádruple empate por abajo, así que las diez iniciales se ampliaron a doce. Este fue el resultado:
LAS 12 MEJORES OBRAS DE LA CIENCIA FICCIÓN
1. Dune, Frank Herbert ----------------------------------- 24
2. Las estrellas mi destino (Tigre, tigre), Alfred Bester ----- 20
3. Hyperion, Dan Simmons -------------------------------- 17
4. Fundación, Isaac Asimov ------------------------------- 15
5. El juego de Ender, Orson Scott Card ------------------- 14
6. Mundo anillo, Larry Niven ------------------------------ 13
7. Pórtico, Frederik Pohl ---------------------------------- 12
8. Neuromante, William Gibson --------------------------- 11
9. El libro del día del juicio final, Connie Willis ------------- 8
10. 1984, George Orwell ---------------------------------- 8
11. Snowcrash, Neal Stephenson -------------------------- 8
12. Ubik, Philip K. Dick ----------------------------------- 8
Las listas de Jot Down y #cienciaficción coinciden en la mitad de los títulos. Sobran, precisamente, los que estaban presentes por el culto al medio audiovisual y cuyo soporte literario es bueno pero no lo extraordinario que debería ser para considerarlo "lo mejor". Reconforta, sin embargo, comprobar que al menos una obra fundamental y aún desconocida por el gran público como es Los Cantos de Hyperion ya comienza, al igual que la trilogía de El señor de los anillos en su día, a crear un runrún entre los lectores externos. La chocante presencia de Snowcrash es coyuntural, se debe a que el libro acababa de ser publicado hacía unos meses y era, por aquel tiempo, la estrella de la lista. Sigue habiendo ausencias sonadas (Bradbury, Clarke...), pero no responden a motivos espurios como los mostrados en la lista de Jot Down, sino a un proceso de depuración genuino. No se rinde tributo a los padres; Wells y Verne crearon esto, pero sus novelas han sido superadas, no pueden figurar aquí. Obras a las que aún no se ha acercado el séptimo arte, pero absolutamente incontestables, tales como Pórtico, Las estrellas mi destino, Neuromante o Ubik están donde les corresponde, en la lista de la mejor literatura que ha dado la ciencia ficción.
Dado el año de procedencia, 2002, faltan cosas de la última década, la de la normalización y la incorporación de los grandes escritores del mainstream, pero se trata de una lista repleta de obras maestras. Leer cada una de estas novelas es conocer y amar este género tan injustamente tratado. Si lo hacen, quedarán enganchados para siempre. Si quieren continuar disfrutando con las posibilidades literarias nacidas de la especulación científica, con escenarios maravillosos y una literatura que abre la mente (más incluso que viajar) pueden ir más allá de doce y continuar su andadura hasta cien. Se han publicado varias guías de la ciencia ficción editada en castellano, pero a continuación les propongo las tres que yo encuentro más significativas.
Ciencia ficción. Las 100 mejores novelas
El libro de David Pringle cuenta con una selección realizada desde una subjetividad confesa. Es muy importante el elemento literario, pero también la forma personal de entender el género. Ambas cosas se hacen patentes en los comentarios que Pringle hace sobre las distintas obras, y a los que además sólo se puede entrar si no se siente animadversión por el destripe. Se trata de una selección que contiene el espíritu de Interzone, la revista que dirigió Pringle, y en la que sobrevuela el espíritu de la new wave. En el momento de ser publicado aquí, 1990, era imposible acceder a muchas de las novelas citadas porque, sencillamente, aún no se habían publicado en nuestro país.
Tras una breve presentación del gran editor de la new wave, Michael Moorcock, Pringle abre fuego con una frase por la que, visto lo comentado al principio de esta entrada, parece que no han pasado las décadas: "Hoy, para mucha gente, la ciencia ficción (...) significa películas cinematográficas". A continuación da una definición de las más lúcidas con las que me he encontrado: "Ciencia ficción es una forma de narrativa fantástica que explota las perspectivas imaginativas de la ciencia moderna". Ya en su día di la propia, bastante coincidente con esta. Muchos de los nombres que aparecen en esta guía constituyen en sí mismos una declaración de principios, y visto el paso del tiempo, señalan a Pringle como un gran visionario. La selección sólo llega hasta 1984 (el año, no el libro). Aquí tienen la lista:
· Las 100 mejores novelas.
Ciencia ficción. Guía de lectura
Miquel Barceló fue, durante muchos años, el pope de la ciencia ficción española. Su visión campbelliana del género como "literatura de ideas" en la que lo importante era la especulación científica marcó a toda una generación de aficionados influidos por sus artículos y, sobre todo, por esta guía de lectura. Yo fui uno de ellos. Desgraciadamente, Barceló se quedó enquistado en su posición y la evolución de la cf, cuya apertura al mundo vino de la mano del tipo de literatura que él despreciaba (Ballard, Dick, Gibson), le dejó atrás. Retirado del mundanal ruido, su nombre vuelve a aparecer cada cierto tiempo en algún diario para anunciar la muerte de la ciencia ficción, precisamente en el mejor momento de su historia.
Detalles como este y el recurrente anuncio de su Nueva guía de lectura, que a pesar de las continuas promesas no llegó a ser publicada (cosa que sólo puedo lamentar), le hicieron un flaco favor a su imagen. Paradigma del tipo de aficionado que se niega a crecer, la importancia de Barceló y de este libro para la ciencia ficción española no puede ni debe ser ninguneada. Yo y muchos otros debemos nuestro amor por la hard sf, el subgénero que con mayor puridad puede ser catalogado como ciencia ficción, a ellos. En esta guía encontrarán todas las obras importantes del género en su concepción dura, la cf tal como la diseñó John W. Campbell Jr., editor de la revista Astounding Science Fiction y responsable de que el género primara la rigurosidad científica por encima de valores más literarios.
Este libro fue publicado hace casi 25 años, la selección de obras no va más alla de 1990. Aún así, muchas de las 100 que en ella figuran son absolutamente imprescindibles. Por otra parte, hay mucha más información en sus páginas, un listado de autores, de movimientos internos, de cf española y bastantes cosas más. Pero lo que nos ocupa hoy son las obras, así que aquí tienen la lista:
· Los cien mejores títulos.
Las 100 mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX
La obra más reciente dedicada a hacer un repaso de los libros fundamentales de la ciencia ficción tiene ya más de diez años. Fue publicada por La Factoría de Ideas en el año 2001 y está confeccionada con las opiniones de varios críticos, auténticos conocedores del género, todos ellos procedentes del fandom (Alberto Cairo, Antonio Rivas, Eugenio Sánchez Arrate, José Miguel Pallarés, Juan Manuel Santiago, Julián Díez y Luis G. Prado). El proyecto fue coordinado por el propio Julián Díez, quizás el mayor conocedor del género en españa, y su manera de entender la cf se hace notar en el contenido, mucho más aperturista que el de la Guía de Lectura de Barceló. De hecho, hay una sección dedicada a obras pertenecientes al slipstream, un subgénero cuya existencia siempre he considerado absolutamente artificial y que designaba aquellas obras cuyo componente de cf no era muy marcado, y que por ello tenían su sitio en el mercado de literatura generalista. Desde hace años, dada la avalancha de obras con esas características publicadas fuera del genéro y consideradas desde la normalidad, aquella estrategia es ya innecesaria y la denominación prácticamente ha desaparecido. Al margen de ese detalle, la lista de títulos de obras "clásicas" no sólo centra su interés en lo científico, sino también en la carga literaria, lo cual la convierte, a mi gusto, en una guía mucho más interesante que la anterior. Todos ellos pueden ser consultados aquí:
· Las cien mejores novelas.
Reproduzco, también, la reseña que mi alter ego escribió tras la publicación del libro para el número 12 de la revista Solaris:
Más de 10 años han pasado desde que Miquel Barceló publicara su Guía de lectura, y ya se echaba de menos la aparición de alguna obra de corte similar que aportara un punto de vista distinto, más actualizado. Las 100 mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX viene a cubrir, en plena efervescencia del género en nuestro país, una necesidad de recapitulación y de, por qué no, asesoramiento para todo aquel recién llegado que quiera disfrutar de lo mejor que ha ofrecido la literatura de ciencia ficción a lo largo de la anterior centuria.
La creación de una guía literaria de carácter orientativo siempre está expuesta al falseo que aporta la subjetividad; por su afán canónico, cobra especial importancia la diversificación de opiniones en su construcción. En eso, precisamente, estriba el auténtico valor que convierte a esta obra en única, ya que se ha edificado sobre las diferentes valoraciones de ocho críticos especializados, arrojando el resultado un eclecticismo realmente saludable. Todos los subgéneros que han ido confeccionando la ciencia ficción tal como la conocemos están representados: desde la Epoca Clásica hasta la década de los 90, pasando por el cyberpunk o la new wave, mediante las obras que les dieron fama. Quizás, producto de las limitaciones autoimpuestas, sólo Visiones peligrosas, de Harlan Ellison, destaca como ausencia representativa.
Siempre dentro de un formato esquemático, la lista de 100 mejores novelas traducidas al castellano se completa con 20 antologías monográficas, 15 obras españolas y otras 15 pertenecientes a esa extraña depuración denominada slipstream, consideradas todas ellas como las mejores en sus respectivos apartados. Evidentemente, no todo es perfecto. Se puede detectar algún error en la datación de premios y en la disposición de fechas, pero aún así, Las 100 mejores novelas de ciencia ficción del siglo XX es una obra de contenido irreprochable.
En las páginas de estos tres libros encontrarán lo mejor que ha dado el género de ciencia ficción en más de cien años de historia. Los puntos de partida de estas selecciones varían, conceptualmente parten de modos de ver el género distintos, pero hay muchas títulos que se repiten en todos. Empiecen por ellos si quieren, aunque yo les aconsejo que se sumerjan en las distintas propuestas hasta encontrar aquella con la que más coincidan. Hay un dato importante que habrán de tener en cuenta. Desde hace 13 años no tenemos una nueva guía. No es una asunto baladí, puesto que la omisión no afecta sólo a las grandes novelas que ha dado el género en estos últimos años (Luz, La chica mecánica, Accelerando...), sino a la crónica de un hecho fundamental en la historia de la ciencia ficción: su triunfo y normalización, su aceptación por parte de escritores, lectores y críticos procedentes de la literatura convencional. En estos años han caído premios literarios, como el Pulitzer a una obra de cf; el Nobel a una escritora, entre otras cosas, de cf; han proliferado los best-sellers de cf y, sobre todo, la cf escrita por los nombres más prestigiosos de la literatura mundial. Todas esas obras, esos datos, deberían ser reseñados. Y no sólo para que los podamos disfrutar en el futuro, sino para dar constancia de ellos, para que las viejas glorias, osificadas y fatuas, se pongan al día, para que la cf tenga todo el respeto que se merece y para que nadie vuelva a endilgarle una lista de sus mejores novelas, así, con desgana, a los cracks de la redacción que saben de todo y de nada.