1. El Tomás de Sarriá
Éste es quizás uno de los bares más famosos de Barcelona en cuanto a patatas bravas. Si buscas en internet, aparece en todos los rankings.
Es un bar de barrio, de los llamados "de batalla", pero a nosotros nos conquistaron por el sabor tan rico de su alioli (eso sí, olvidaros luego de acercaros a alguien durante un rato, jajajaja, porque el ajo que lleva el alioli es fuerte). Cuestan 2'50€, un precio más que asequible para unas patatas tan ricas.

2. Elsa y Fred
Este gastrobar se encuentra a pocos metros del arco del triunfo, es uno de los locales de moda de Barcelona tanto a nivel de tapas como a nivel de brunch. Las patatas vienen en una ración más grande que la anterior, y el alioli es mucho más suave también, son ideales si no os gusta en exceso el sabor a ajo. Además, la presentación es más sugerente y apetecible. Cuestan 4'80€.
3. Ten's
Personalmente éstas fueron las que más nos gustaron. Este bar es del chef Jordi Cruz, y la verdad es que se nota el toque gourmet que tiene el alioli espumoso y sofrito picante. La ración está bien de cantidad también y son picantes en su justa medida. Para nosotros son las patatas perfectas. Cuestan 5'60€.

Este bar es muy popular en Barcelona, está situado en la zona de Provença y siempre está lleno de gente. Las patatas bravas son caseras y la salsa alioli es muy parecido al de El Tomás de Sarriá, también muy recomendables. Cuestan 4,35€.

Y como extra, si vas a este bar, no te puedes perder los calçots (es muy raro encontrarlos en bares, ya que suelen hacerlos en masías a las afueras) hechos a la plancha con salsa romescu, ¡era la primera vez que los probamos y repetiremos seguro!

Bon appétit!