Las mentiras del Ego

A menudo, nuestras insatisfacciones son producto del EGO, que como dice Wayne W. Dyer, es Edge God Out... El EGO es ese falso yo que confunde Lo que soy con:
– Lo que tengo: mi dinero y bienes materiales.– Lo que hago: mi trabajo.– Lo que valgo: mi reconocimiento.
El problema del EGO es que cuando no se alcanzan esas cosas (lo que ocurre a menudo porque vivimos en entornos, no de necesidades no cubiertas sino de exceso de expectativas) o se tienen pero se pierden (cosa que ocurre antes o después), la insatisfacción es grande y uno se encuentra frustrado. Y ya sabemos que a menudo los caminos de la frustración son dos: o Depresión o Violencia.
Hay mucha gente deprimida (conocida coloquialmente como la enfermedad de la tristeza) por esta causa y también mucha gente tensa que acaba pagando sus insatisfacciones con violencia, una agresividad manifiesta en sus relaciones.
La depresión será en 2020 la segunda causa de muerte en el mundo y según las previsiones del Bureau of Health Professions de Estados Unidos, en el plazo entre 1995 a 2020, la consulta a psiquiatría infantil aumentará un 20%. Las estimaciones a más largo plazo son aún más desoladoras.
Esto nos lleva a un análisis. Dado que Lo que tengo, Lo que hago y Lo que valgo siempre es en comparación a otros, no es difícil encontrar dos tipos de posturas en la vida:
1. Envidiar los éxitos de los demás: o lo que es lo mismo, intenta rebajar los éxitos de los demás para estar más cerca y que la diferencia se reduzca. Gente que sube a base de bajar al resto. En muchas ocasiones Yoriento (@yoriento) comenta que a menudo las personas dicen que "los demás encuentran empleo por enchufe y yo por contactos". Se minusvalora el bien ajeno para rebajarlo. Además, como todo es criticable, la Envida siempre merodea por todos los entornos, de tal modo que si le va bien en el mundo de los negocios, le dirán que desatiende a su familia; si cumple con sus obligaciones familiares, le reprobarán su falta de ambición... Y así sucesivamente... De la Envidia ya hemos hablado aquí en diferentes ocasiones. Y es que como apuntaba Miguel de Unamuno: «La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual».
2. Alegrarse de los males ajenos: Me decía en una ocasión el psiquiatra Enrique Rojas, autor de libros como Adiós depresión, Amigos. Adiós a la soledad o La conquista de la voluntad, que muchas personas en su consulta le decían que veían los programas de corazón (separaciones, divorcios, malos tratos...) "como mecanismo de mecanismo de compensación, les gusta ver eso que de los ricos también lloran... Me dice la gente que pasa por mi despacho: - Doctor, yo veo esos programas porque me suben la autoestima. A mí mi marido no me pega. Sin dudas, es una sociedad que juega y se divierte con vidas rotas". Sobran las palabras, pero sí que es cierto que mucha gente está deseando que otros caigan para hacer leña del árbol caído.
¿Por qué ocurre esto?
Muy sencillo, porque estamos muy desconectados de nosotros mismos, de nuestra esencia, de lo que somos, de nuestro destino vital... Cristicar es, a menudo, una forma de exhibir la propia insatisfacción o de verbalizar la envidia. Si no mirásemos a los lados nos iría mejor. Y es que olvidamos que nadie puede ser mejor ni peor que tú, porque eres único. No hay dos iguales. Como decía el viejo Morrie Schwartz, en la obra Martes con mi viejo profesor» (Maeva, 1996) de Mitch Albom: «Haz las cosas que te salen del corazón. Cuando las hagas no estarás insatisfecho, no tendrás envidia y no desearás cosas de otra persona. Por lo contrario, lo que recibirás a cambio te abrumará».:
* Hoy en Libros de Management (@librosdemanagem) puedes leer la Reseña del libro "Confianza", de José María Gasalla y Leila Navarro.  
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