Revista Cocina

Las mujeres tienden a ganar peso después de los cuarenta. ¿Por qué?

Por Paloma Alós @eltercerbrazo

Las mujeres tienden a ganar peso después de los cuarentaImagen de Fotolia – ©Valentina R.

Las mujeres, a partir de los 40 años, pueden empezar a tener problemas con el control de su peso o pueden tener mayores dificultades de las que ya tenían anteriormente.

Es verdad que los cambios en el estilo de vida como el sedentarismo, cambios en la alimentación, el estrés o el abuso del alcohol entre otros, condicionan un aumento de peso alrededor de esta edad. Pero hay también factores ajenos a la voluntad que lo ponen muy difícil y es importante conocerlos para entender precisamente eso: ¿por qué las mujeres tienden a ganar peso después de los cuarenta?

Los cambios hormonales

La predominancia del estrógeno

La pérdida del balance de hormonas estrógeno-progesterona provoca un cambio en el metabolismo y en el peso corporal.

El estrógeno es una hormona producida en los ovarios que tiene función estimuladora del crecimiento celular en diferentes órganos como el útero, mama y el propio ovario.

  • Al regular el ciclo menstrual, los estrógenos actúan en el tracto reproductivo pero también lo hacen en el urinario, los vasos sanguíneos, el corazón, los huesos, las mamas, la piel, el cabello, las membranas mucosas, los músculos pélvicos y el cerebro.
  •  Influyen en el metabolismo de las grasas y el colesterol de la sangre. Gracias a la acción de los estrógenos los niveles de colesterol se mantienen bajos e inducen la producción del “colesterol bueno”.
  • Ayudan a la distribución de la grasa corporal, formando la silueta femenina con más acumulación de la grasa en caderas y senos.
  • Contrarrestan la acción de otras hormonas como la paratiroidea (PTH), que promueve la resorción ósea, haciendo que el hueso se haga frágil y poroso. Actúa sobre el metabolismo del hueso, impidiendo la pérdida de calcio del hueso y manteniendo la consistencia del esqueleto.

Pero en cantidades excesivas, los estrógenos promueven el crecimiento de los tejidos sensibles a ellos como el adiposo; es decir, la grasa, que se concentra sobre todo en la cintura, el vientre, los muslos y las caderas (a veces, incluso, en la parte posterior de los brazos). Asimismo, lo producen el tratamiento con píldoras anticonceptivas o consumir mucha soja (rica en fitoestrógenos o estrogénos vegetales naturales).

Respecto a la grasa, es un círculo vicioso: los estrógenos promueven su aumento y ésta, el de estrógenos. Y se trata de “grasa rebelde”, ni las dietas ni el ejercicio suelen poder con ella.

Cerca de la menopausia los ovarios empiezan a disminuir su producción de estrógeno. Esto hace que nuestro cuerpo intente encontrar la hormona en lugares distintos de los ovarios. Las células del tejido graso pueden producir estrógenos, por lo que nuestro cuerpo se esfuerza para convertir las calorías en grasa y así aumentar los niveles de estrógeno. Desafortunadamente, las células grasas no queman calorías como lo hacen las células musculares, lo que provoca el aumento de peso.

La progesterona

La progesterona, también es una hormona que se produce fundamentalmente en el ovario. La función principal de la progesterona es preparar el endometrio para la recepción e implantación del embrión y su adecuada fijación. También se encarga del tejido mamario y estimula su crecimiento. Actúa como antagonista de los estrógenos y protege contra los efectos excesivos de éstos.

Normalmente, el estrógeno y la progesterona trabajan de forma sincronizada para lograr el equilibrio hormonal. La retención de agua está a menudo vinculada a la menopausia porque la retención de líquidos y la hinchazón son causadas por la disminución de los niveles de progesterona.

Aunque ambas hormonas disminuyen gradualmente con la edad, las mujeres en edad perimenopáusica y menopáusica experimentan descensos rápidos en la producción de ambas hormonas. Sin embargo, la disminución de la progesterona se produce mucho más rápido que la disminución de los estrógenos, y esta desigualdad es lo que causa el problema de la predominancia del estrógeno y el crecimiento de tejido graso en exceso.

La testosterona

Además hay que sumar la reducción de nuestra producción de testosterona, que entre otras cosas, colabora al mantenimiento de la masa muscular. Al perder masa muscular se queman menos calorías que antes. Esto contribuye también al aumento del peso.

Resistencia a la insulina

La insulina es una hormona producida en el páncreas que, entre otras cosas, permite que la glucosa penetre en las células para ser utilizada como energía. La resistencia a la insulina puede aparecer durante los años de la menopausia. Esta resistencia a la insulina hace que muchas de las calorías que comemos se empleen en ser almacenadas en forma de grasa en vez de ser quemadas por las células. Es importante detectar este problema ya que si no se trata, el 60% de las personas que la padecen acaban siendo diabéticos.

Hipotiroidismo y aumento de peso

Cuando la glándula tiroides deja de producir la cantidad adecuada de hormonas tiroideas se producen alteraciones metabólicas importantes y que necesitan tratamiento médico. Las mujeres con hipotiroidismo a menudo experimentan un aumento de peso debido a que su tasa metabólica disminuye como resultado de la enfermedad. Las hormonas tiroideas regulan esencialmente el consumo de calorías en el cuerpo. Con un hipotiroidismo, menos calorías se queman y se convierten en energía. En su lugar, se almacenan en el cuerpo.

La aparición del hipotiroidismo es un problema frecuente en las mujeres de edad cercana a la menopausia o menopaúsicas. Es una patología que es importante detectar y tratar.

A pesar de que los cambios hormonales son una parte inevitable del envejecimiento que conduce al aumento de peso, el estilo de vida de una mujer es también una variable muy importante que puede o bien inclinar la balanza a favor de los kilos de más o defenderle del aumento de peso.

¿Qué está en tu mano?

  • Intenta mantener una dieta sana y equilibrada
  • Realiza ejercicio físico consistente y de manera regular
  • Evita el consumo excesivo de alcohol
  • Duerme suficientes horas
  • Controla tu peso
  • Y visita a tu médico para realizar los chequeos correspondientes a tu edad

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