Revista Ciencia
Tal como en muchas ocasiones tenemos muchos "fallidos" a la hora de observar aves., algunas veces, los astros se alinean y ocurre lo contrario, buscando una especie aparece otra de forma inesperada.Este fue el caso del sucedido de hace un par de semanas, con los calores decidí buscar aves "a la sombra", y por lo del calor, termófilas. En las riberas Riojanas se dan estas dos características, y allí me fui a buscarlas.
Sin embargo, no aparecieron las currucas que andaba buscando, si que pude ver jóvenes currucas rabilargas pero no eran estas las que quería ver. Entre verdecillos, pinzones, zarceros poliglotas,picapinos, pitos reales, subrepticiamente aparece este precioso macho de Oropendola.
El amarillo es casi "ofensivo", re contrastado con sus alas negras en una perfecta combinación de colores .
Siempre complicadas de fotografiar, raras son las ocasiones en las que se muestran al descubierto, hasta esta ocasión todas las oropendolas que había podido ver han sido en en choperas, esto dificulta aun mas si cabe la observación y como no las fotografías. Esta vez al ser un pinar tuve una oportunidad, escasos cinco segundos para atinar con el autofocus puntual, sin margen de error, ya que de no acertar al ave y si a una de los cientos de ramitas del entorno el desenfoque esta garantizado. Pero algunas veces la pócima de suerte y práctica hace su efecto y el conjuro consiguiente se materializa en una foto algo decente.
Oropéndola Oriolus oriolus Golden oriole
Se mostró una vez mas, esta vez mas tiempo, pero como la felicidad del fotógrafo nunca es plena, a bastante mayor distancia del sensor CMOS de 23mm x 14,9mm de mi "inseparable compañera" mi Canon 7D. En la cercanía del ocaso la luz escasea, solo queda subir iSO, abrir obturador y apretar el pulso,... como era de esperar el resultado es inferior al anterior, pero la foto esta despejada y al ave de cuerpo entero.
Oropéndola Oriolus oriolus Golden oriole
Oropéndola Oriolus oriolus Golden oriole
Oropéndola Oriolus oriolus Golden oriole
La oropendolas alavesas no son abundantes, pero si fieles a sus lugares de cría, año tras año a finales de Abril llegan puntuales a si cita reproductiva, mi experiencia con ellas se ciñe a las riberas del Ebro y sus afluentes.
Siempre es una gozada contemplarlas, mas aún si la observación es SOBREVENIDA.
Eso es todo por el momento, muchas gracias por viistar el blog, un saludo y hasta pronto.