Este verano comencé las vacaciones con una otitis espantosa, una otitis externa probablemente adquirida tras el baño en agua de piscina. Esta afección denominada otitis externa, es una infección del canal auditivo que transporta sonido del exterior del cuerpo hacia el tímpano. Es una infección que por lo general ocurre en los niños que pasan mucho tiempo en el agua, aunque hay adultos, como yo, que somos predispuestos a padecerlas con más frecuencia de lo habitual. Esto es debido a que si hay mucha humedad en el oído, se puede irritar, permitiendo la entrada de bacterias u hongos. Por esta razón esta infección ocurre por lo general durante el verano, cuando las personas están más en contacto con las actividades acuáticas.
El síntoma principal de esta otitis externa es el dolor de oído, el cual puede ser muy importante y empeorar cuando se tira de la parte externa del oído, cuando se hace presión sobre éste, o simplemente el hecho de masticar puede resultar muy doloroso.
También es muy frecuente la sensación de que hay algo en el oído que te impide oír adecuadamente, como si tuvieras un tapón y, en raras ocasiones puede incluso salir material purulento y maloliente por el conducto auditivo.
Desde este blog les recomiendo que si usted o alguno de sus niños comienzan con estos síntomas deben acudir de inmediato a su médico para diagnosticar correctamente este tipo de infección y no aplicar remedios caseros en el oído ni gotas utilizadas anteriormente ya que podría existir una perforación en el tímpano y provocar daños irreparables.