Las partículas elementales

Termino de leer "Las partículas elementales" de Michel Houellebecq. Una lectura no continua y a veces puede que sutil y entreverada con asuntos propios que hicieron la lectura más cercana aunque menos atenta.
El libro es interesante y quizás el más cuadrado de la evolución que lleva a Houellebecq a bucear en la desesperanza, la desesperación y el descreimiento de la sociedad actual y, al tiempo, la esperanza, gris ceniza, en un futuro científico y tecnológico, como otras veces se ha vestido de comercial en sus diferentes libros.
La novela es avasalladora porque pone delante de los ojos las características de la literatura de Houellebecq: descreimiento de la sociedad y sus conjuntos, desesperanza y soledad del individuo, falta de amor, y alguna dosis de misoginia e incluso de odio al diferente, el islam y aunque en este caso el humor no es herramienta puntual si lo es la acidez y el sarcasmo en algunos puntos.
Pero sobre todo la novela está iluminada con una luz, la del futuro, la ciencia y la tecnología que supera la realidad plomiza del instante y proyecta al ser humano al futuro. No importa la potente luz que quema, como a polillas, a todos los que tiene alrededor como a los hermanastros protagonistas: Michel Djerzinsky y Bruno Clement cuya vida va desde el abuso en su infancia al desapego a su madre hippy trasnochada, como el propio Houellebecq, la imposibilidad de tener relaciones con el sexo opuesto fructíferas y prolongadas y la falta de fe en un futuro en una sociedad y civilización que niega más que da. La diferencia entre ambos quizás sea una dicotomía entre la dualidad de cualquier ser humano.
La vida de ambos hermanos está en el fondo, como crónica o flashback, de la evolución técnica que llega a obtener el ser humano perfecto e inmortal que, aparentemente, ha superado todas las vicisitudes que viven los dos hermanos en el fin de siglo y principio del siglo XXI.
El resumen y para no desvelar demasiado de la novela es una conclusión parcial del camino de Houellebecq en el estudio de si mismo, la sociedad que le rodea y las posibilidades de redención para ambos que ha ido extrayendo de su itinerario literario: Ampliación del campo de batalla, Plataforma, Las partículas elementales,  La posibilidad de una isla, El mapa y el territorio.
Literaturas y Recuerdos del día de mañana.
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.