¡Hola a todos!
Como cada mes de diciembre, vengo a contaros cuáles han sido mis diez peores lecturas de este año. Y, como siempre, empiezo por el final, es decir: por el puesto número diez.
10. Réquiem, Lauren Oliver. Ya el anterior libro de la saga, Pandemonium, no consiguió convencerme, pues apareció entre las peores lecturas del 2013, y Réquiem ha sido todavía peor, en mi opinión. La saga Delirium empezó muy bien, pero, para mi gusto, ha ido perdiendo fuelle con cada libro. No sé si alguna vez me animaré a leer alguna otra novela de Lauren Oliver, pero, si lo hago, desde luego procuraré que no sea una saga.
9. Atrapa la luna, Sarah Dessen. Leí este libro a principios de año y me decepcionó tantísimo, que lo incluí en la tercera entrega de las anti-reseñas y tardé mucho en animarme a volver a leer algo de Sarah Dessen. Sin embargo, hay un detalle curioso respecto a esta autora: otro libro suyo está, o estará, entre mis mejores lecturas del año. Así que supongo que seguiré leyéndola.
8. El despertar del mal, Sandra Andrés. Pese a que en su momento me gustó mucho La hija de los sueños, no fui capaz de leer ni las primeras cincuenta páginas de su segunda parte. Y, puesto que no es el primer libro de esta escritora que he dejado a medias, he decidido que ya no la leeré más.
7. Things fall apart, Chinua Achebe. De todas las lecturas obligatorias que he tenido que leer en mi último año de carrera, sin duda este se lleva la palma de los que he detestado con toda mi alma. Porque, por extraño que pueda sonar, otras lecturas obligatorias sí que me han gustado, como The white tiger, pero Things fall apart... es que ha sido insufrible. Cómo me alegro de no tener ya más lecturas obligatorias, de verdad.
6. El club del cupcake, Clara P. Villalón. Empecé este libro con todas mis ganas, esperando encontrarme una historia divertida, realista, romántica, con una trama que lograra atraparme y unos personajes que me conquistaran. Mi gozo en un pozo. La novela ha resultado ser aburrida y sin una trama definida, además de contar con una de esas protagonistas tontas y torpes que necesitan un buen par de guantazos para espabilar. Decepcionante.
5. Te lo dije, Megan Maxwell. Ya hacía tiempo que tenía pensado no leer más libros de Megan Maxwell, pero todavía me quedaba éste pendiente, así que no quise dejarlo. Sin embargo, tras haberlo acabado y haberme encontrado en él exactamente los mismos ingredientes que en otros libros de la autora (es decir: una protagonista tremendamente antipática, una familia metomentodo, un romance surgido de la nada...), ahora sí que lo afirmo alto y claro: ya no leeré más a Megan Maxwell. Aquí podéis leer el porqué.
4. Corazón de mariposa, Andrea Tomé. Este es el libro más pesimista que he leído en muchísimo tiempo, por no decir en toda mi vida. En serio, es que hasta me daba depresión leerlo, con esa protagonista tan cerrada en sí misma, ese romance tan forzado, ese final precipitado... No podía sino incluir también este libroaquí.
3. El encanto del cuervo, María Martínez. Tenía las expectativas bastante altas con este libro, pero no he hecho más que encontrarme con topicazos entre sus páginas. A medida que lo iba leyendo me iba tirando de los pelos, no sólo por esos topicazos tan trillados y predecibles, sino por lo absolutamente insufribles que me parecieron los dos protagonistas (además de que algunos personajes, en mi opinión, sobraban, pues eran puro relleno). Una enorme decepción, unfortunately.
2. Bajo la misma estrella, John Green. Siempre he pensado que soy una persona rara, al menos en lo que a gustos se refiere. Lo que a muchos les encanta, yo lo acabo detestando y viceversa. Con este libro se cumple esta regla; debo de ser la única persona a la que no le gustó NADA la historia de Hazel y Gus. Y ellos son precisamente el motivo principal de que no soporte este libro: ambos me parecen insufribles, pretenciosos, arrogantes y absolutamente insoportables. Como veis, voy a contracorriente.
1. Un canalla siempre es un canalla, Sarah MacLean. Este libro ha sido la gran decepción de este año, así que merecía, digamos, tener el dudoso honor de ocupar este puesto. La otra saga de la autora, Love by numbers, me encanta tantísimo, que apenas puedo creerme que Un canalla siempre es un canalla esté escrito por la misma persona. En serio os lo digo, es que el batacazo que yo me he pegado con Sarah MacLean ha sido tan ENORME que no me quiero acercar ahora a sus libros ni con un palo. No creo que vuelva a leerla jamás, o por lo menos no voy a seguir ni en broma con la saga Las reglas de los canallas. Gracias, pero si ya me he muerto con la primera regla, no quiero conocer nunca las demás.
Como siempre digo, todo esto no es más que mi opinión. No pretendo ni mucho menos ofender a nadie, ni ir en contra del mundo, ni buscar pelea, ni nada por el estilo. Simplemente, se trata de mi blog, se trata de libros que no me han gustado nada y, por tanto, me limito a explicar lo que pienso respecto a ellos y el porqué de que aparezcan en esta entrada. Bien es sabido que el libro de los gustos está en blanco; lo que a mí no me ha gustado bien puede encantar a otros. Y, de hecho, es lo que suele pasar :P
La próxima semana traeré la lista de los libros que más me han gustado de todos los que he leído este 2014. Hasta entonces, me despido :)