©Nicholas Nixon – “The Brown Sisters”
A Nicholas Nixon le conocía por la fantástica y a la vez sencilla serie de las “Brown Sisters”, en la cual el artista retrata su mujer junto con las hermanas de ella desde el 1975, cada año hasta hoy, siempre en el mismo orden compositivo de las modelos. Esta es una serie a mitad camino entre la objetividad documental y la íntima belleza emocional de un álbum familiar; desde la sencillez de la mirada, nos hace reflexionar sobre el inexorable paso del tiempo, sobre el proceso de envejecimiento y hasta sobre el inevitable dolor de la pérdida. Muchos de nosotros estoy seguro que tenemos algo parecido entre nuestras fotografías familiares. Yo mismo procuro hacer una foto familiar cada año (aunque no preservando el mismo orden en la composición) que luego incluyo en el calendario que creo y regalo a los más estrictos familiares en las Navidades; lo voy haciendo desde que mis hijos eran muy pequeños y antes de descubrir la serie de las hermanas Brown. Yo mismo me doy cuenta con el pasar de los años, de la importancia emotiva y documental de lo que estoy haciendo y a veces me encuentro pensado cosas del tipo: “a ver el año que viene si conseguimos estar todos”; “a ver en quien se va a notar estas discontinuidades que el tiempo nos reserva de vez en cuando”; “hay que pensar en reunir la familia para hacer la foto”. Es un mecanismo de refuerzo de los lazos familiares.
Volviendo a la exposición retrospectiva de Nicholas Nixon en la Fundación Mapfre en Madrid (hasta el 7 de Enero), además de la serie de las hermanas Brown (incluida en la exposición), se pueden admirar más de 200 fotografías que están claramente diferenciadas en dos mundos: los panoramas urbanos y los retratos. En ambos casos, estamos hablando de una fotografía nítida, precisa, con composiciones elegantes y refinadas. Nixon empezó con fotografiar los paisajes urbanos para luego migrar hacia el retrato. En la exposición, hay una serie que es la evidencia de este traspaso, se trata de la serie “Porches” en la cual el artista retrata personas y escenas familiares en los porches de sus casas; en este lugar intermedio entre el público y el privado, entre el paisaje y el retrato.
En las imágenes de Nixon percibo lentitud, entendida como el incansable e ineluctable trabajo del tiempo sobre las cosas y las personas; lentitud que se hace tristeza en la serie “Ancianos” retratados en las residencias donde Nixon trabajaba como voluntario; lentitud que se hace sufrimiento y desgarro en la serie “People witha AIDS”; lentitud que se hace dulce compaña en las imágenes intimas de la serie “Parejas”.
Nixon es un autor que nos hace sentir su implicación personal en las imágenes que hace y con los temas tratados; nos hace además percibir lo que normalmente pasa desapercibido cuando miramos con superficialidad nuestra cotidianeidad.