En la última encuesta del blog os pregunté por el tipo de libros preferís leer durante el verano (en realidad hablé de "hábitos lectores"), y estos han sido los resultados:
¿Tus hábitos lectores cambian en verano?
Sí, leo novelas más densas o extensas, porque tengo más tiempo......... 107 votos (33%)
Sí, leo novelas más ligeras, porque me apetece desconectar.................... 34 votos (10%)
No, leo lo mismo que durante el resto del año........................................... 175 votos (53 %)
Otros.................................................................................................................. 13 votos (4%)
Total de votos: 329
La mitad de los votantes (el grupo en el que me incluyo) sigue con las preferencias de siempre. Normal: por mucho que la temperatura cambie, si lo que nos llena es un determinado estilo o género, esto no tiene por qué cambiar. El hecho de tener más tiempo para leer tampoco tiene por qué influir, ya que se puede ver simplemente como una forma de poder disfrutar más de aquello que nos gusta (aunque depende bastante de la disponibilidad de cada uno durante el resto del año).
De todas formas, a mi parecer lo más interesante de la encuesta es el hecho de que un 33% se decanta por novelas densas o extensas, mientras que solo un 10% lo hace por las ligeras, que suelen ser las recomendaciones estrella de esta época (no solo en los medios: las propias editoriales editan más novelas livianas -y en edición de bolsillo- cuando se acerca esta época. Solo hay que fijarse en el chick-lit). Tal vez tendremos que plantearnos enfocar las listas de ideas de otra forma, ¿no?
Los motivos por los que se puede preferir una novela densa o extensa son claros: las primeras conllevan más concentración (como Los aires difíciles o El error azul), y a las segundas se les debe dedicar muchas horas (como El puente invisible o Los pilares de la tierra). Personalmente, he pasado por momentos en los que también me reservaba este tipo de obras para una época en particular, pero en la actualidad no tengo problemas en leerlas en cualquier periodo del año.
Por otro lado, los libros ligeros son los conocidos como lecturas playeras, por aquello de que se pueden leer sin necesidad de concentrarse demasiado, como en una playa llena de gente. Para mí el chick-lit es un buen ejemplo de ello: Sophie Kinsella, Marian Keyes, Emily Giffin... También los thrillers pseudohistóricos (Dan Brown, Juan Gómez-Jurado) y ciertas sagas de romance paranormal (Vampire Academy, Amor más allá del tiempo), entre otros.
Aun así, es importante destacar que ambas opciones no son autoexcluyentes, es decir, una novela puede ser larga y ligera a la vez (En el país de la nube blanca, Palmeras en la nieve), aunque a veces se tienda a pensar lo contrario. Si las separé en la encuesta fue para juntar motivaciones: por un lado, los que escogen lecturas en función del tiempo, y por el otro los que buscan expresamente algo sencillo.
¿Cuál fue vuestra opción? Tanto si os sentís reflejados en la encuesta como si no, podéis echar un vistazo a mi lista de recomendaciones veraniegas: la hice bastante variada para que cada lector encuentre su libro.