Miles de jóvenes egipcios toman las calles en busca de un gobierno democrático.
La oleada de movilizaciones que sacude estos días el norte de África no ha pasado por Marruecos. A diferencia de Túnez y Egipto, su tasa de analfabetismo se acerca al 50%. El mejor antídoto contra las revueltas, debe de pensar el ex presidente Ben Alí, que huyó de Túnez en medio de una rebelión popular.
En Egipto se levanta ahora una población que supera también el 70% de alfabetización. Junto a Túnez, es uno de los países con mayor número de univeritarios del mundo árabe. Estos jóvenes son los que reclaman en la calle la dimisión de Mubarak, que gobierna Egipto con puño de hierro desde hace 30 años.
Lo ha hecho bajo el auspicio de Estados Unidos, que sostiene con más de 1.300 millones de dólares anuales al país que actúa a modo de dique antiislamista en la región. Egipto cuenta con el mayor Ejército entre los países árabes. Con una inversión del 3,4% del PIB en gasto militar mantiene el mayor contigente del continente africano formado por 800.000 efectivos.
Desde el viernes, miembros del Ejército ocupan las calles para evitar que el caos se apodere del país. Su papel se antoja fundamental en el devenir de los acontecimientos y, tras varios días, consideró ayer que las reivindicaciones son «legítimas» y se compromete a no usar la violencia pese a que Mubarak se haya rodeado de altos cargos en su nuevo gobierno.
Uso de internet extendidoFrente al inmovilismo del régimen, emerge un malestar que encuentra en las redes sociales un altavoz de dimensiones planetarias. Es posible gracias a que el 25% de la población navega por internet, lo que le coloca en el puesto 21 del ránking mundial en cuanto a volumen total de usuarios.
Y es que la sociedad egipcia se aleja de los tópicos que impregnan a los países árabes. El 43% de su población vive en zonas urbanas, cifra que crece a un ritmo del 1,8% anual desde 2005. Solo en El Cairo viven 20 de los 80 millones de los egipcios. Más de la mitad de los trabajadores se emplea en el sector servicios aunque un tercio de la fuerza laboral lo hace en la agricultura.
El presidente Mubarak enfrenta el dinamismo egipcio con la represión. Amnistía Internacional denuncia que durante 2010 periodistas y blogueros críticos con el régimen fueron detenidos bajo la acusación de difamación. En ese sentido, la ONG revela que el hostigamiento sobre la oposición fue la tónica general el pasado año.
Régimen con apoyosPese a todo, Israel le agredece a Mubarak que mantenga la paz en Oriente Próximo porque «un régimen fanático y religioso en Egipto no será mejor que la falta de democracia».
La comunidad internacional con EE.UU. a la cabeza ha dado alas hasta ahora a un gobierno corrupto que produce 62.000 millones de metros cúbicos de gas, mucho más que cualquiero otro país en el continente africano, mientras el 20% de su población vive bajo el umbral de la pobreza .
Pero los jóvenes ya están hartos. El grito de «libertad» acompaña la aspiración por un gobierno capaz de ofrecer oportunidades. El 90% de los menores de 30 años no tiene trabajo estable cuando la tasa de desempleo es del 9,7%. Las protestas comenzaron en internet pero la revolución está en la calle. Un grito suena al unísono: «Abajo, abajo, Hosni Mubarak».