Revista Cultura y Ocio

Las reválidas convierten al sistema educativo en una carrera de obstáculos

Publicado el 24 abril 2015 por Martaserrano @Uni_Actualidad

CANAE 21.04.2015 // La Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes CANAE rechaza la propuesta del gobierno para la creación de pruebas de final de etapa en ESO y Bachillerato con repercusiones académicas sobre el alumnado. CANAE considera injusto que aquellos/as estudiantes que hayan superado ya la Educación Secundaria Obligatoria o el Bachillerato tengan que aprobar una prueba de final de etapa para obtener el Título correspondiente, tal y como  indica la LOMCE.

“Ni tipo test, ni en formato de desarrollo; estas pruebas no deben existir”, expresa rotundamente la Presidenta de CANAE, María Rodríguez. CANAE considera que las pruebas de final de etapa solo pueden ser positivas si no tienen repercusiones académicas para el alumnado y son utilizadas exclusivamente para la evaluación del funcionamiento del sistema en su conjunto y la mejora del mismo, de forma complementaria a la evaluación continua. Siendo bien diseñadas, pueden constituir un buen instrumento de diagnóstico de la situación de la educación, que proporcione información a la comunidad educativa y a las administraciones, junto a otra serie de indicadores que formen parte de un sistema de evaluación integral.

La organización recalca que los y las estudiantes ya reciben una evaluación permanente por parte de su equipo docente. Estas evaluaciones son las que mejor pueden valorar al estudiante, ya que tienen en cuenta su punto de  partida y cuál ha sido su evolución en el aprendizaje. La Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes considera que las pruebas al final de etapa como forma de evaluación de estudiantes significan un menosprecio de las administraciones educativas a la función del profesorado, ya que no se está  confiando en el buen desempeño de su labor de evaluación continua. La Confederación de estudiantes recuerda que, en cualquier caso, para asegurar el buen desarrollo de las labores del profesorado se encuentra la figura de la inspección educativa, cuyo papel y efectividad conviene analizar y reforzar.

De la misma forma, CANAE teme que estas pruebas puedan seguir el precedente de la Prueba de Acceso a la Universidad, la cual la organización históricamente ha rechazado al considerar que estas no demuestran en absoluto la madurez de los y las estudiantes para acceder a tales estudios, sometiendo al alumnado a un estrés innecesario por hacer depender su futuro de una prueba y habiendo transformado el curso de segundo de Bachillerato en un curso de preparación para pasar un examen, dejando de lado la adquisición de los conocimientos y competencias previstas para este curso en su currículum. Las pruebas evalúan en un momento determinado y en un contexto concreto, sin tener en cuenta los múltiples factores que pueden incidir en el rendimiento del estudiante. Por eso, la evaluación continua debe primar y complementarse con estas pruebas. Estas pruebas suponen, además, cargar sobre el estudiante las ineficiencias oposibles aspectos a mejorar del proceso educativo, los cuales pagaría con lano obtención del título y la repetición.


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