Revista Comunicación
Las series "difíciles", su momento y su sobrevaloración
Publicado el 30 noviembre 2016 por Dro @DrolopeEl otro día me encontraba yo tumbado tan ricamente en mi cama, relajado, tras un largo día de mierda lleno de hechos intrascendentes; estaba disfrutando de los últimos episodios de la segunda temporada de esa joyita incomprendida que es Mr Robot (sí, lo sé, lo sé, llego con bastante retraso. No sé cómo lo hacen otras personas, pero yo soy incapaz de llevar más de cuatro o cinco series al día). La cuestión es que terminé, por fin, el season finale de la temporada y yo, de alguna forma... colapsé. No sé cómo explicarlo mejor. Mi cerebro tuvo una especie de cortocircuito, de implosión, e hizo un ruidito que sonó así como ¡pum!, incapaz de asimilar la información dada. No dejaba de preguntarme... ¿¡pero esto qué es!?
Cosas de la vida, justo antes había visto el nuevo episodio de Once Upon a Time. Y ese brutal contraste entre una serie y la otra (pasar de las tonterías y cucadas de los Charming a las paridas de Elliot es un cambio MUY loco), me llevó a reflexionar sobre el estado de las series actuales. Siempre me gusta decir que hay una serie para cada persona. Han evolucionado de tal manera, hay tal cantidad de géneros y estilos, que es realmente complicado no encontrar una serie que sea de tu agrado, incluso aunque eso de "seguirlas" de forma constante no sea lo tuyo y prefieras la inmediatez del cine.
Y es esa inmensa variedad de estilos, de proyectos, de ideas y de creatividad, la que ha llevado a que existan series que son de una complejidad creciente. Porque The X Files y Twin Peaks en los 90', por poner dos ejemplos famosos, podían ser todo lo raritas y alocadas que quisieran, pero lo cierto es que eran honestas con el espectador, y relativamente claras con lo que estaban contando. Sin embargo, hoy nos encontramos con series como la ya mencionada Mr Robot, e incluso la nueva y aclamadísima Westworld, de HBO, que juegan con la percepción de lo real y lo imaginario, y cuentan sus historias de tal forma que se convierten en todo un "reto intelectual" para el espectador. No nos dan las cosas "masticadas". Y esto, por supuesto, tiene sus pros y sus contras.
Me encanta que una serie me "rete". Soy de los que opina que con una buena serie se puede aprender mucho, y pico como el que más con la filosofía de Westworld y con el juego entre lo real e irreal que plantea Mr Robot. Pero, ¿qué sucede cuando llegas a casa cansado del trabajo o de las clases y solo te apetece descansar y "desconectar"? En ese caso, creedme: un episodio de Mr Robot NO es lo más recomendable. Y es que no deja de haber gente a quien le repelen este tipo de series; gente que busca enigmas, sí, pero más sencillos, del estilo de Lost. En Lost, por ejemplo, no sabes qué está pasando, pero al mismo tiempo sí lo sabes. La historia te guía de forma clara, honesta, y plantea los enigmas de tal modo que sabes que están ahí, que hay misterios, pero al mismo tiempo te vas enterando de la progresión de la historia.
En otras como Westworld o Mr Robot, lo gracioso del asunto es que a veces te puedes perder con la progresión misma de la historia. Los guionistas no te cuentan cuándo hay un salto en el tiempo, qué es recuerdo, qué es alucinación y qué es verdad. Los cómodos subtítulos informativos de The X Files contándonos que hemos viajado a tal estado en tal año no existen. No son, en definitiva, una serie como Lost, que tiene enigmas planteados de forma clara. Porque en Mr Robot no es que solo haya enigmas: es que la serie en sí misma, su enfoque, es un enigma per se. Y ello requiere, claro está, que devoremos cada episodio con la mente bien atenta, con una "concentración" que no requeriríamos de estar viendo un simpático procedimental como Castle o Bones, o una comedia más simple como The Big Bang Theory.
¡Pero ojo! Con esto tampoco quiero decir que una Westworld sea necesariamente mejor que una Bones -en este caso concreto Westworld sí me parece infinitamente mejor que Bones, pero ya me entendéis-. Lo que quiero decir es que una serie siendo más o menos densa que otra no implica que la serie más "compleja" sea de más calidad. Porque, para empezar, estaríamos siendo, quizá, un poco injustos al comparar dos series que juegan en ligas tan diferentes: una buena historia puede ser tanto la de Mad Men, serie "de cocción lenta", como la de Unbreakable Kimmy Schmidt, que es una comedia llena de un ingenio nada desdeñable. Lo interesante del asunto es que toda esta reflexión me lleva a la conclusión de que existen dos tipos de series: las series "difíciles"... ¿y las series "fáciles"? ¿Pero qué criterios seguir para calificar a una serie de ser "fácil" o "difícil"?
En la mayoría de listas de "mejores series" elaboradas por críticos sabios -qué suerte que estén aquí para iluminarnos con su luz y fijar sus gustos como la verdad absoluta-, veréis siempre, pero SIEMPRE, en los primeros puestos, muchas series que bien podríamos considerar "difíciles": ahí estarán The Wire, Los Soprano, Six Feet Under... nunca faltan. Y esto es precisamente porque entienden, de forma injusta a mi parecer, que una serie "difícil" es una serie "de calidad". Están cayendo en eso mismo que criticaba antes. Para medir su calidad, se basan en esa complejidad, en esa cierta "inaccesibilidad" que las convierte ipso facto en series muy restringidas, llamadas "de culto" porque es un concepto que suena muy bonito, muy molón. Pero... ¿de culto por quién, por cuatro gatos? ¿No es The Big Bang Theory la que conoce casi todo el mundo?
Quizá debamos considerar otros factores para medir la calidad de las series. Tal vez, y solo tal vez, lo cierto es que todo dependa del momento: porque cada serie tiene su momento, y eso sí que me parece una verdad absoluta. Y, aunque Mr Robot me resulte tremendamente más difícil que Unbreakable Kimmy Schmidt... ¿diría que Mr Robot es "mejor serie"? No lo creo. Esas dos series me aportan algo tan diferente, tan valioso por sí mismo -enigmas, crítica social y, por otra parte, risas, ingenio y mucho corazón-, que me costaría horrores colocar a alguna por encima de la otra. Porque las series "fáciles" y las "difíciles" son, al final del día, un complemento. Se necesitan la una a la otra. Y una historia no será necesariamente mejor por ser más lenta, más "rápida", más sencilla o más elaborada.
¿Qué tipo de series veis vosotros? ¿Tenéis en vuestro repertorio alguna que consideréis "difícil"? ¿Y qué criterios empleáis para valorar si una serie es mejor o peor que otra? Yo tengo los míos propios, pero me encantaría saber de los vuestros.
Isidro López (@Drolope)