No sé si el cachopo es un plato digno de representar a la gastronomía Asturiana, si es digno de codearse con la fabada, el pote, los tortos o las cebollas rellenas, o si por el contrario, no deja de ser una copia tosca y barata del cordon bleu, o un san Jacobo venido a más. De todo esto ya han hablado otros, con más conocimiento que un servidor, por lo que lo único que creo, y espero que la mayoría así lo veáis, es que es un plato que gusta, y si es así es por el cariño que en Asturias le tenemos a la buena mesa, abundante y compartida, y nada mejor para compartir que un buen cachopo.
La mayoría de cartas del principado incluyen ya este producto, y la burbuja que lo rodea es grande, por lo que encontrar sitios donde poder disfrutar de un cachopo son muchos, pero donde destaquen, ya no son tantos.
Uno de esos sitios es el restaurante Las Tablas del Campillín de Oviedo. Restaurante no muy grande, pero muy acogedor, dispone de terraza cubierta y una carta orientada a compartir platos. Destaca como no podría ser de otra forma, su amplia variedad de cachopos, con muy diferentes propuestas, que pasan por jamón, cecina, chosco o setas, acompañadas de quesos como Gamoneu, Afuelga´l Pitu, Casín, ahumado de Pría, Cabrales,...
Nosotros, con motivo de la inauguración de sus jornadas del cachopo, fuimos invitados a conocer y disfrutar de su cocina. Toda esta semana celebran el #cachopoday, en el que poder disfrutar de un menú por pareja compuesto de una ensalada de cecina con queso de cabra, un cachopo a elegir entre cinco opciones, y arroz con leche.
Concretamente yo pude probar dos de ellos. Primero el de chosco y afuega´l pitu, es un sabor intenso, no apto para iniciados en el mundo cachopil, podría llegar a cansar. Rebozado tradicional y ternera asturiana. El segundo fue el de paleta ibérica y queso Cabrales. El rebozado es de panko, muy rico, y viene acompañado de unos pimientos de piquillo que le dan un contrapunto dulce. De sabor suave y muy bueno, me llamó la atención que la paleta viene picada, con lo que no hay que luchar con el cachopo o cortar como si estuvieras cortando troncos en Alaska. Para mí de los dos, el más rico.
Delante como entrante, para que uno no se sienta muy mal por el homenaje, una ensalada de cecina con queso de cabra, acompañada de frutos rojos y nueces, y aderezada de una vinagreta de frutos rojos. Muy rica.
En la misma jornada, también pudimos conocer de primera mano la propuesta de cerveza artesanal que desarrolla Cá Beleño y Agua de Borines, Ordum, una cerveza que solo se puede disfrutar en el propio pub, pero que próximamente podremos encontrar también embotellada.
De postre un delicioso arroz con leche. El precio del menú es de 30 € por pareja, bebida aparte.
Bueno, ya sabéis, si no es aprovechando el #cachopoday, tenéis en las tablas del Campillín a Juanjo Cima y todo su equipo para serviros un cachopo de campeonato.