Una idea de negocio puede proceder de la lectura de una página de policiales, hacer legal una idea como esta nos ha hecho ver que hay un mercado potencial de varios millones de la moneda que sea.
Mercados potenciales:
- Público de telenovelas en todo el mundo.
- Aprender un idioma en un lenguaje sencillo como lo es el castellano de las telenovelas, "Jacobo Marcos que dices.."
- Explotar un canal con los derechos legales que transmite las 24 horas.
- Imponer novelas en otros idiomas.
En fin si en dos años en plena crisis, facturaron 300.000 euros y ventas a varios países con una logística sencilla es sin ninguna duda un negocio a ver sus potenciales ganancias si se hace legal. J.M.M.M.
La noticia dice que tres laboratoriosclandestinos de producción audiovisual en los que se "pirateaba" cualquier temporada de un centenar de conocidas telenovelashan sido desmantelados por agentes de la Policía Nacional. Gracias a ellos, los delincuentes habían conseguido un beneficio de más de 300.000 euros, aunque la venta del material intervenido les hubiera supuesto unas ganancias superiores a 1.200.000 euros. Estos centros de producción, en los que grababan y almacenaban las obras pirateadas, se encontraban en Alicante, Zaragoza y Girona, en los que los detenidos guardaban su stock de DVD's en armarios para su posterior venta. La organización ofrecía en cuatro páginas webs más de cien series diferentes, con todas las temporadas incluidas, y la mayoría procedentes de Méjico, Venezuela y Argentina. Una vez que el cliente realizaba el pedido en Internet, una empresa de mensajería a precio reducido realizaba los envíos a diversas localidades del territorio español y a varios países del extranjero, ente ellos Francia, Italia, Bélgica y Rusia. "Culebrones" a domicilio Tras ver la oferta en Internet, las personas interesadas en adquirir estos "culebrones" contactaban con los vendedores mediante el teléfono o la dirección de correo electrónico que figuraban en la propia Web. Tras el envío, los pagos se efectuaban contra reembolso o mediante transferencia bancaria a cuentas de los detenidos, quienes justificaban los ingresos obtenidos a través de otras empresas pantalla, como un establecimiento de hostelería o un negocio de venta de regalos por Internet. El perfil de los clientes que realizaban los pedidos era variado, en su mayoría mujeres de una edad comprendida entre los 40 y 65 años de edad y ciudadanos extranjeros con objeto de aprender y perfeccionar el lenguaje castellano.