Revista Libros
Enefecto, este, y no el bote, es ya el juguete predilecto de los tontos desolemnidad, como lo probaron las diputadas autonómicas navarras Nekane Pérez,de Nafarroa Bai, y Amaya Zarranz, del PP, cuando, en mitad de un pleno en elque se debatían los presupuestos, intercambiaban chismes sobre tacones, sexo yel atuendo de los diputados.Ypostulo su tontuna no por escribir estas frivolidades, que ya supondríabastante mérito, sino por hacerlo mediante Twitter, donde cualquiera puedeleerlas y comprobar a qué se dedican las diputadas autonómicas durante un plenotan transcendente.Y,cómo no, una vez más, se prueba lo absurdo que resulta mantener un parlamentodonde un montón de máquinas orgánicas de votar, pagadas a precio de oro, matanel tiempo en memeces durante los plenos, ya que no tienen otra cosa que hacerque votar lo que les manda su partido. También, por añadidura, el dislate quesupone el mantener una panoplia de parlamentos autonómicos para más de lomismo, así como la miríada de altos cargos y sus cortes y cohortes que implicael estado de las autonomías.Mientrastanto, representantes electos y costeados por el erario público reducidos ameritorios de varietés, inspiración para una nueva comedia de Lina Morgan.