Foto de la Galería de Ezequiel
Comparto contigo lo que me he encontrado en la pared del despacho de uno de los directivos a los que más aprecio por su reconocida capacidad de liderazgo. Que esté ahí es, probablemente, suficiente para no perderlo de vista y sospechoso de ser inspirador. Refiere las 3 paradójicas cualidades del liderazgo en la incertidumbre:
1. Optimismo realista. Para gestionar un cambio que es constante, un líder debería ser a la vez realista y optimista. Está bien centrarse en el presente pero mirando al mismo tiempo hacia el futuro. Como sabes, una de las claves de liderar bien un equipo es ser capaz de crear una visión para el equipo o para la organización. Para ser un optimista realista hay algunos “trucos”:
- Permanece bien enfocado hacia lo que quieres, pero sé flexible.
- Equilibra bien el logro de objetivos con el descubrimiento de nuevos objetivos.
- Sé consciente de lo que sabes pero también cauteloso y abierto a aprender .
- Compensa los hechos y los datos con imaginación.
- Sé práctico pero también creativo en lo que haces.
2. Impaciencia constructiva. Es la capacidad de construir un entorno positivo y colaborativo mientras estamos trabajando por conseguir nuestros objetivos. El equipo necesita sentirse cómodo con la incomodidad y capaz de convivir con la sensación de urgencia. Las personas necesitan sentirse seguros para asumir riesgos. Para lograr impaciencia constructiva:
- Equilibra la compasión con la búsqueda de resultados.
- Reta a que las personas persigan sus retos de una forma colaborativa.
- Busca metas ambiciosas pero constrúyelas con consenso.
- Elige bien cuándo ir adelante y cuándo quedarse donde se está.
- Gana con el win-win
3. Confianza humilde. Es la habilidad de liderar con poder y generosidad al mismo tiempo. Un líder necesita estar seguro de sí mismo pero eso no debe impedir que se esmere en escuchar al equipo para poder seguir aprendiendo. Esto además ayudará a generar confianza y a desarrollar unos fuertes lazos con los miembros del equipo. Tanto el líder como los demás miembros del equipo necesitan sentir confianza ya que ésta es la base para superar los obstáculos que se encontrarán en el camino. Ser humilde exige admitir que no lo sabes todo y sentir que no lo debes saber. Para la confianza con humildad:
- Comparte tus fortalezas y tus debilidades.
- Escucha y aprende de otros.
- Potencia a las personas para que crezcan y tengan éxito.
- Respeta los valores de los demás.
- Construye relaciones que sean mutuamente satisfactorias.