“La vieja derecha y la vieja izquierda” es la cantinela de la semana, la matraca que escucharéis en radio y tv, que leeréis en prensa y redes sociales. “La vieja derecha y la vieja izquierda” como si con eso ya quedase claro que lo viejo es malo y lo nuevo es bueno.
En la NBA hay un proceso de elección de jugadores que se llama “draft” en el que las franquicias (equipos) seleccionan a los jugadores de las universidades (menores de 23 años) o del extranjero. Los equipos eligen jugadores en base a un sorteo de los turnos de elección, siendo el peor equipo de la temporada el que más opciones tiene de elegir el número 1 del draft.
En España hay dos grandes partidos con historia de gestión y con solvencia para gobernar, mejor o peor, pero con un histórico y unos nombres que ofrecen ciertas garantías, esos dos partidos son PP y PSOE. Al igual que en Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, etc, siempre hay dos grandes bloques que representan a las mayorías sociales de cada país, uno de centro-derecha y otro de centro-izquierda. En la mayoría de los países democráticos y con estabilidad institucional las luchas personales se dirimen internamente, de tal forma que mediante primarias, designaciones de las ejecutivas o postulaciones con poder territorial, siempre sale un candidato de cada partido.
España ha visto en estos últimos años un auge de partidos políticos que nacen, en la mayoría de casos, de la mano de aquellos que no ganaron esas designaciones internas en sus partidos de origen. Tenemos a UPyD con una Rosa Díez que no ganó a Zapatero en el PSOE, se rebotó y formó otro partido. Tenemos a Pablo Iglesias, que no pudo ascender en Izquierda Unida y utilizó las movilizaciones del 15-M para configurar Podemos. También tenemos a Albert Rivera que ya intentó hacer carrera en el PP, a través de nuevas generaciones (distrito de Sant Martí) y posteriormente en UGT donde está (o estaba hasta bien poco) afiliado, recordemos que UGT es el sindicato del PSOE. Y también tenemos a Santiago Abascal, que funda VOX al no tener acomodo en el PP Vasco y a la vez que ostentaba un cargo remunerado en la Comunidad de Madrid, gobernada por el PP. No tengo nada en contra de Albert o de Santi, al revés, me parecen buenos líderes, pero esto son datos, realidades.
Hay más casos, la lista empieza a ser interminable: Irene Lozano, Cayetana Álvarez de Toledo, Alberto Sotillos, etc.
¿Qué ha pasado para que estos partidos estén todos los días en boca de los españoles, en las tertulias de los bares y en la prensa?, muy sencillo, cuota de pantalla, punto. El “prime time” que no le dieron a UPyD se lo están dando a Ciudadanos y a Podemos. Las televisiones han ido a su “draft” para elegir jugadores y poder competir en la liga del poder, las televisiones han querido salir del juego de poder de los dos grandes partidos y por eso han optado por fichar a Rivera y a Iglesias. ¿Por qué han elegido a esos dos y no a otros?, ¿por qué les han dado tanto empujón justamente ahora?, ¿qué obtienen esas televisiones con estos fichajes?, ¿qué pretenden obtener en caso de que su candidato gane?. Son preguntas que no tienen una respuesta clara, salvo que responda directamente el CEO de cada grupo mediático.
Podemos pensar que los beneficios de las televisiones sean 3:
A corto plazo: follón, jaleo y movimiento, con el consiguiente aumento de la audiencia.
A medio plazo: presión al poder, para conseguir mejoras en las actuales condiciones (mercado de licencias de tv digital, ayudas, leyes de apoyo al cine, etc).
A largo plazo: cobrarse la deuda, control del candidato, poder hacer lobby en el gobierno de forma más fácil o incluso colocar Ministros.
Esto es lo que hay, porque nadie con una mínima experiencia en publicidad se cree que un gran medio de comunicación se meta en política tan a fondo solamente por mejorar su share. Eso se hace con personajes de la farándula que se pueden estrujar y exprimir, pero con el Gobierno…con los principales partidos de la democracia…raro.
Y esa estrategia se camufla con grandes vaguedades, con grandes frases y palabras que calan en la población pero que poco o nada aciertan con lo que de verdad piensan. Unos dicen “casta” como si ellos no lo fueran (la casta endogámica de la Universidad, que se retroalimenta especialmente en la Complutense y más aún en Ciencias Políticas). Otros dicen “la vieja política” como si ellos no llevasen muchos años en política, muchos años intentando entrar en otros partidos.
La frase de moda ahora ya no es casta, es “la vieja política del PP y PSOE” y pretenden ya con eso, destruir cualquier debate, desautorizar a cualquiera que lleve esas siglas. No se tu, querido lector, pero yo no veo a un inglés, a un alemán, a un francés o a un americano decir esto. España está donde está gracias al PSOE y gracias al PP, uno porque condujo a España en los comienzos de Europa y otro porque salvó a España de la quiebra y la situó a primer nivel mundial. Eso lo han hecho los de “la vieja política”. Pero los de la nueva política no han hecho mucho de nuevo, perdón, no han hecho mucho de bueno…veamos Madrid y veamos Andalucía.
El problema es que en este draft, las televisiones han elegido a unos rookies que no lo son, porque son igual o más veteranos que los líderes de los principales candidatos al título, porque no se esfuerzan por demostrar lo que valen sino que se esfuerzan por destruir la imagen de las estrellas del equipo, y porque están cansados…eso han dicho hace dos días, que están cansados. ¿Alguien imagina un rookie de la NBA diciendo en rueda de prensa que está cansado antes de jugar el partido?