
Lo curioso es que más que construir un nuevo nido, lo que hacen es mudarse. Utilizan gran parte de las ramitas del año anterior para fabricar el nuevo.

espinosas, como podemos ver en la fotografía que encabeza el post.

En la fotografía de la izquierda, vemos como se aprecia el considerable volumen del nuevo nido comparándolo con el reducido tamaño del nido viejo, que está reducido a las dimensiones aproximadas de la copa de barro inicial.