La zooarqueóloga Idoia Grau Sologestoa de la Universidad del País Vasco ha analizado restos de animales domésticos en yacimientos peninsulares. Los resultados del estudio, publicado en Journal of Archaeological Science, muestra datos métricos tomados de restos de animales domésticos (vaca, oveja y cerdo). Las más de 2.500 medidas analizadas provienen de 41 yacimientos arqueológicos datados entre época romana y hoy en día, desde el siglo I a. C. hasta el siglo XXI.
La conclusión del estudio es que se ha producido un aumento de talla de los animales domésticos a lo largo del tiempo, relacionados con cambios en el paisaje y en los sistemas productivos.
Tal y como señala Idoia Grau Sologestoa, autora principal e investigadora de la Universidad del País Vasco:
El aumento de la talla de los animales está normalmente relacionado con mejoras de tipo medioambiental (por ejemplo, con nuevas formas de alimentación) o genético (por ejemplo, importando animales de mayor tamaño) (...) Además, los animales domésticos mejorados tienden a crecer más rápido, lo que ayuda a aumentar la productividad.
Si bien hay fluctuaciones en la talla, a partir de la plena Edad Media, pero de forma más clara desde la baja Edad Media, el tamaño de los animales domésticos aumenta progresivamente, especialmente el de las ovejas. Probablemente:
este incremento esté relacionado con la importancia de la ganadería ovina en este periodo, tanto para la producción cárnica, como para el aprovechamiento de la lana y la leche de estos animales.