Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el miedo a las vacunas es infundado, algunos padres creen en mitos relacionados con las vacunas y evitan que sean administradas a sus hijos poniendo en riesgo la salud. Se ha dicho que las vacunas causan autismo, y concretamente la vacuna MMR (sarampión, paperas rubeola), sin embargo, se han realizado estudios que demuestran que no existe tal relación. Los padres que se niegan a vacunar a sus hijos por razones médicas, religiosas o por haberse declarado objetores, han argumentado motivos como que las vacunas contienen veneno, que son una invención para lucrar a las farmacéuticas, que contienen demasiados antígenos o que se vacuna a los niños contra enfermedades inexistentes.
Pues bien, hoy conocemos un nuevo estudio a añadir a la amplia lista de los que demuestran lo beneficiosas que resultan las vacunas. La investigación ha sido llevada a cabo por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, y concluye que las vacunas raramente provocan reacciones alérgicas. El motivo de este estudio es tranquilizar a los padres estadounidenses que están preocupados pensando que sus hijos pueden sufrir algún tipo de reacción alérgica grave como por ejemplo una anafilaxia, reacción del organismo ante un agente químico que se ha convertido en un alérgeno.
Los expertos realizaron una revisión de los expedientes de vacunación de niños y adultos desde enero del año 2009 hasta diciembre del año 2011, en este periodo se administraron 25.173.965 vacunas administradas a más de 17 millones de personas. Según los resultados, sólo 33 personas sufrieron una reacción alérgica como la indicada, lo que significa que 1’3 personas sufrieron esta reacción por cada millón de personas vacunadas, demostrando que el riesgo es prácticamente inexistente.
El CDC explica que la vacunación es uno de los mejores métodos para proteger a los niños de muchas enfermedades que son potencialmente peligrosas, algo que cada vez más ciudadanos reconocen. Recordemos que durante los últimos años se ha llevado a cabo una campaña informativa que ha dado sus frutos, a esto hay que sumar los casos de tos ferina y sarampión sufridos en el país durante el último año, algo que ha ayudado a mejorar la percepción que tienen los padres estadounidenses de las vacunas, de todo ello hablábamos aquí.
Con este nuevo estudio se pretende recordar a los padres que las vacunas son seguras y efectivas, la probabilidad de que los niños puedan sufrir anafilaxia tras recibir una vacuna es muy pequeña, mientras que los beneficios son potencialmente significativos, ya que los niños no contraerán enfermedades que podrían acabar con su vida y cuya probabilidad de sufrirlas es mucho mayor que el riesgo de una reacción alérgica.
En la investigación se identificaron 389 casos de anafilaxia, de posible anafilaxia o de cualquier otro tipo de alergia, de estos, sólo 135 correspondieron a niños de hasta 5 años de edad, en menores de 4 años no se identificó ningún caso, por lo que el riesgo de sufrir este problema es nulo en este segmento de edad (precisamente es en los primeros años cuando se suministran la mayoría de las vacunas). Merece la pena dar un vistazo al estudio, es una prueba más de que las vacunas no representan un riesgo para la salud. Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Journal of Allergy and Clinical Immunology.
Foto | Andrés Rueda
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Las vacunas raramente provocan reacciones alérgicas