Revista Decoración

Las variables de cambio en tu cocina

Por Valedeoro @valedeoro
Tu cerebro no es tu amigo, de gaping void

Tu cerebro no es tu amigo, de gaping void

Has decidido cambiar de alimentación para comer más sano. A partir de mañana se acabaron las excursiones al Kebab y los pedidos de pizza porque te prepararás algo nutritivo y sabroso para terminar el día. Te vas a dormir toda entusiasmada por el cambio inminente de vida que te espera.

Tu visión de fin de semana vs tu realidad entre-semana

El próximo día llegas a casa cansada. Ha sido un día bastante agotador y solo quieres descansar. La pregunta de qué vas a cenar hoy de repente parece demasiado compleja como para tomar una decisión ahora, así que te resignas a comer pasta con tomate, con la firme convicción de que mañana te prepararás algo más elaborado. También habría que hacer compras, otra cosa para recordar mañana. Llega el viernes y te das cuenta de que entre tanta vida normal, lo de la comida se ha quedado en el cajón de las buenas intenciones. Eso sí, la semana que viene será diferente.

La dificultad de tomar decisiones por la noche

Por lo visto no es suficiente con la simple decisión de cambiar algo. El entusiasmo y la visión no son suficiente, especialmente si incluye decisiones que tendrás que tomar por la noche. Resulta que tu capacidad de tomar decisiones, al igual de tu fuerza de voluntad es cómo un músculo: conforme los vas usando a lo largo del día, se agota su fuerza. De repente la cuestión del “qué cenamos hoy” se convierte en una tarea imposible de solucionar. Tu músculo de decisiones se resiste y te presenta las opciones de siempre en vez de sorprenderte con una receta sana y caprichosa. Por eso es tan importante tomar en cuenta todas las variables del cambio, no solamente la visión de lo que quieres conseguir.

Delegar o planificar: ¿qué cenamos hoy?

Hay dos soluciones para esta situación: puedes delegar la decisión para que la tome alguien que no seas tú, o puedes planificar tu comida por la mañana. Delegar la decisión puede ser tan fácil como encargar a tu pareja que se ocupe de la cena hoy o pedirle a tu nutricionista que te haga la planificación semanal de las comidas. Sí quieres escoger tú las recetas, hazlo por las mañanas, antes de salir de casa. De esta forma también sabrás cuales ingredientes todavía te faltan y las puedes conseguir de vuelta a casa.

Lo importante no es cómo decides, sino cuándo lo decides. Separando la planificación de la realización de tu cambio te ayudará a cumplir con tus propias expectativas, entrando en una espiral de éxito.

¿Qué cenarás hoy?


PD: La semana que viene saldrá a la venta mi nuevo libro sobre hábitos minimalistas en la cocina. Si quieres que te avise cuando lo haya publicado, date de alta en el boletín de libros de ValeDeOro, una lista solo dedicado a mis publicaciones.


Volver a la Portada de Logo Paperblog