¿Qué te motiva para realizar este cambio que tanto te cuesta? ¿Ya has olvidado tu visión? Cuando avanzas muy lentamente o te quedas estancado durante largos periodos de tiempo, lo que te falta son incentivos apropiados. La visión, el objetivo son tu punto de partida. A largo plazo necesitas metas más inmediatas para no aburrirte ni sucumbir ante la realización que a lo mejor este cambio requiere más tiempo de lo que pensabas.
Incentivos: pequeñas recompensas que alegran la vida
Los incentivos son aquellas metas intermediarias que te recuerdan que estás en el camino correcto. Son las albergues que señalizan que has terminado otra etapa del camino, los puntitos en los gráficos que trazan un desarrollo en la dirección deseada. Mientras la meta en ocasiones se convierte en un sueño lejano, los incentivos siempre están al alcance y son la motivación principal por seguir hoy en vez de dejarlo para mañana.
La amiga que te espera para ir a correr, los compañeros que te admiran porque has dejado de fumar (y cuya presencia te impide volver a hacerlo), el email diario que te recuerda de escribir, las señalizaciones con los km ya recorridos en el camino de Santiago: todo son pequeños incentivos que te empujan hacia tu objetivo.
El arte de construir tu red de incentivos
Por mucha fuerza de voluntad que hayas demostrado al iniciar este cambio tuyo, sin la presencia de incentivos intermitentes es difícil que llegues a tu objetivo. Puedes luchar para seguir, o puedes crearte tus metas a corto plazo y disfrutar de conseguir estos pequeños objetivos. Puedes experimentar con diferentes tipos de incentivos para descubrir cuál de las ideas te motive más: combínalas, cambialas, y sobre todo, disfrútalas.
Las siguientes tres categorías te pueden inspirar para crear tus pequeñas píldoras de motivación que te facilitarán el camino hacia tu objetivo:
- Incentivos sociales, para compartir el trayecto con otros. Ejemplos: la amiga que te espera a correr, los compañeros que te piden cuentas al final de cada semana, tu pareja que vigila lo que comes.
- Incentivos numéricos, para visualizar tu avance. Ejemplos: km recorridos, palabras escritas, signos japoneses aprendidos, lugares nuevos visitados.
- Incentivos temporarias, para liberarte de los números. Ejemplos: tiempo diario destinado a una tarea en concreto, como 10 min de meditación, 15 min de ejercicio, 10 min de lectura.
¿Cómo te motivas? ¿Alguna recomendación que te ha ayudado en conseguir lo que querías?