Las variables del cambio – tus recursos

Sabes por qué estás emprendiendo el camino del cambio. Tienes las habilidades necesarias y sabes como motivarte para seguir adelante. La siguiente variable imprescindible es la disponibilidad de los recursos necesarios para llevar a cabo el cambio deseado. Los recursos son todas aquellas necesidades externas que deberías cubrir para realizar este cambio: una esterilla para tu nueva rutina de yoga, una herramienta específica para tu ordenador o financiación externa para tu empresa. La falta de recursos crea frustración, así que vale la pena definir lo que necesitas de antemano.

Recursos imprescindibles y recursos opcionales

Hay recursos necesarios para arrancar con el cambio y hay otros que cobrarán su importancia más adelante y que te pueden frenar si no lo tienes previsto. Y, por supuesto también hay recursos que en realidad no hacen falta, aunque en momentos de frustración pueden servir de pretexto para no seguir adelante. Tu primera tarea por lo tanto es distinguir los recursos necesarios de los recursos opcionales y asegurarte que tengas a tu disposición lo que haga falta para realizar el cambio. En caso de recursos físicos, muchas veces puedes empezar con una alternativa más sencilla (las zapatillas de toda la vida, hasta que sea hora de invertir en un par de zapatillas de correr) o con una solución prestada (la bicicleta de la vecina). En algunos casos las habilidades también pueden sustituir recursos, por ejemplo cuando aprendes a crear tu propia página web en vez de contratar este servicio externamente.

Recursos opcionales / avanzados como fuente de motivación

Saber cuáles recursos necesitarás para el cambio es parte de tu preparación. El segundo paso será evaluar si necesitas estos recursos al inicio o más adelante en tu camino. Aunque al principio quizás no te haga falta, es bueno tener conciencia de que en algún momento necesitarás más recursos. Así podrás estar atento a posibles soluciones en tu entorno e investigar las opciones que tienes para solventar la situación. Los recursos que se harán necesarios a mitad del camino también te pueden servir como premio por lo ya conseguido y así aumentar la motivación para seguir adelante.

Retrasar la adquisición de un recurso por lo tanto también puede ser un fuerte factor de motivación: las nuevas zapatillas conmemoran tu participación en la primera carrera oficial, la sartén de cerámica sustituye el aluminio después del primer mes de comida casera y el nuevo ordenador te facilitará el trabajo cuando hayas conseguido el primer cliente de pago. En este caso el recurso tiene también el papel de motivador para pasar esta primera etapa de un cambio más grande.

¿Qué es lo que quieres conseguir? ¿Y qué te hace falta para hacer el primer paso? ¿Y el segundo?

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