Parece que la estratagema consistente en causar revuelo con estos "happenings", es el nuevo caballo de batalla de muchos. No es lo mismo gritar en medio de una plaza pública para exigir algo al gobierno, que hacerlo desnudo. Estos provocadores, pretender por medio de trucos y bajezas, llamar la atención de los sensibles, o de los menos bárbaros que quedamos en una época, que parece comprarlo todo, incluida la moral y la cultura, como si de un cliente que ofrece una jugosa propina a un mozo de turno se tratara.
Si se avecina el fin de la cultura, como parece proclamarlo el advenimiento del consumismo desmedido en todos los sentidos, ¿qué será de los artistas? Si el ciberarte se adueña del mundo, entonces, ¿necesitan los artistas "acomodarse" a las nuevas circunstancias que les impone el medio? Al parecer, terminaremos por vender nuestros poemas, novelas, pinturas y esculturas, para que sean meros apéndices de lo verdaderamente importante: las mercancías.
Les dejo un poema, a los hipotéticos lectores, para ilustrar la idea:
Variedades de París
![Las variedades de París: libros y zapatos Las variedades de París: libros y zapatos](http://m1.paperblog.com/i/196/1964433/variedades-paris-libros-zapatos-L-qvOf67.jpeg)
Hombres de negocios enfundados En trajes de seda blanca y linoDanzan sobre sus zapatillas flamantesExhiben orbitas doradas en sus muñecasQue marcan su exquisito y valioso tiempo.Las vitrinas ofrecen zapatos de ante,Tonos de mocasines en cuero,Diseños italianos, franceses.Los burgueses hacen su carnicería,Su performance, la hoguera de las vanidades: Para vender zapatos han destrozado libros.El progreso pasa por encima de Víctor Hugo;Balzac y Dostoievsky, son aplastadosPor la idea del consumismo y la microeconomía.«Es el avance, del que los estúpidos poetas nada saben»,Dice Shylock, organizando su mercancía, Apilándola sobre Fausto y La Divina Comedia.El nazismo y los índices prohibidosPalidecen ante el voraz consumismoLa secta sagrada de los enajenados.