Las ventajas de un diario de gratitud

El diario de gratitud no es un objeto, es una práctica. Es el hábito de cada noche anotar algún detalle del día por el cuál estés agradecido. Puede ser algo grande como “hoy he pasado el examen del carnet de conducir”, o algo pequeño como “he encontrado un nuevo restaurante donde hacen la mejor paella de la ciudad”. Lo puedes anotar en un diario dedicado a esta práctica, lo puedes añadir a tu agenda habitual, o lo puedes publicar en un blog. No importa el soporte, no importa la importancia objetiva de las experiencias, lo que importa es que cada noche, justo antes de dormir, recuerdes que la vida es bella, que siempre hay algo que te puede hacer sonreír. Anotarlo hace que sea todavía más real y te ayuda a concienciarte de lo que te rodea.

¿El diario de gratitud te hace minimalista?

Suena a cliché, pero son las pequeñas cosas las que hacen la vida digna de ser vivida. Las personas que nos hemos decidido a incorporar el minimalismo en nuestra filosofía de vida, queremos fomentar esta gratitud por los pequeños detalles. Pero resulta que también funciona al revés. Si empiezas a darte cuenta de lo que te rodea y de lo que te hace feliz, te darás cuenta de que a lo mejor no necesitas un ferrari, un yate o una casa más grande para pasártelo bien. Algunos extractos de mis propias anotaciones:

• Comí patatas bravas en el Patio. Ñam, ñam!
• El árbol delante de casa tiene naranjas.
• Conseguí mantener una conversación entera en catalán.
• 2 horas de paseo con el perro por la playa
• He recibido una carta escrita a mano de mi amiga x!
• La fiesta de intercambio de ropa fue todo un éxito.
• Bailando salsa hasta las 3 de la mañana.
• En la playa un niño se acercó a jugar con Pacco, sin miedo.

Reglas para el diario de gratitud

Lo importante de la gratitud es ejercerla a diario. Para no perder el ímpetu, aquí te dejo algunas pautas que me han ayudado integrar el hábito en mi vida:

1) El diario es como twitter: 140 caracteres son suficientes

El hecho de que se llame diario de gratitud hace referencia a que se trata de un acto diario, no al hecho de que tengas que rellenar una página entera. Con una frase es suficiente. Este diario sí que es para tí, así que es suficiente que tu sepas qué significa la frase para ti.

2) Escríbelo en positivo

No subestimes el poder de las palabras. Enumerando lo negativo, solo lo reforzarás. Busca enfocar lo positivo de tu día y no la ausencia de algo generalmente negativo. “He tenido tres horas solo para mi esta tarde” en vez de “hoy mi colega no me ha interrumpido”.

3) Un recordatorio encima de la almohada te ayudará empezar

Cuando te levantes por la mañana, deja algún recordatorio en tu almohada. Yo suelo dejar un lápiz encima de la cama. Cuando me voy a dormir por la noche, me recuerda automáticamente que he de anotar lo bueno que me ha pasado en este día.

4) Tu agradeces, por lo tanto tú puedes juzgar lo que es importante

La gratitud es algo profundamente personal. Sólo tú puedes decidir lo que te ha alegrado el día. No te cortes al anotar tus vivencias. Y si no quieres compartirlo, guárdalo para ti.

5) Revísalo, para inspirarte y para hacerte sonreír

Cuando busques inspiración para escribir, soñar, hacer algo…, revisa tus anotaciones. Es muy probable que encuentres algún patrón que te indique lo que te gusta hacer. Y si te sientes frustrada por alguna razón, revisa tus anotaciones. Todos estos pequeños recuerdos de que la vida sí es bella, te harán sonreír.

¿Qué te parece la idea de tener un diario de gratitud? O si ya llevas uno, ¿cuál ha sido tu experiencia?

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Imagen: Hermano Gris / flickr