Revista Opinión

Las viejas calles de Guadalajara

Publicado el 16 marzo 2018 por Jamedina @medinaloera

Las viejas calles de Guadalajara
Con afán oportunista, políticos de todos los tiempos no sólo han pretendido cambiar los nombres de los pueblos, sino también los de importantes calles de ciudades y poblaciones de Jalisco y de todo el país.

En Guadalajara, por ejemplo, pasaron a la historia nombres de calles tan antiguas como la de Agua Fría, que era un tramo de la actual Calzada Independencia, así como la Alameda, sobre el hoy Parque Morelos; Santo Domingo, actual Avenida Alcalde; Beaterio, hoy Juan Álvarez; Aranzazú, hoy Miguel Blanco (de quien por cierto se ignoran méritos); “La Muela del Diablo”, hoy Venustiano Carranza; calle de la Aduana, actual Avenida Colón; San Francisco, llamada luego 16 de Septiembre; calle del Carmen, actual Avenida Juárez, ya ampliada, y “El Gallito”, hoy Manuel Acuña, entre muchas otras.

La calle Manuel Acuña
Caso concreto de cómo se las gastan los políticos para cambiar por decreto no sólo los nombres de los pueblos, sino también los de las calles, paso a describir (con datos del historiador tapatío Ramiro Villaseñor) los antecedentes del por qué tenemos hoy en Guadalajara una importante calle llamada Manuel Acuña.

Cosas de la vida: En diciembre de 1873 se suicidó en plena flor de su juventud, cuando apenas tenía 24 años de edad, el gran poeta coahuilense Manuel Acuña, autor del famoso poema “Nocturno a Rosario” que había dedicado a Rosario de la Peña, musa de su época, de quien estaba perdidamente enamorado, pero mal correspondido.

Manuel Acuña se llama una de las calles más céntricas de esta ciudad, pero esto no se debe precisamente al ferviente reconocimiento de los tapatíos por este vate, sino a una circunstancia política muy especial de tiempos de la Revolución.

Halago al gobernador Aguirre
Sucede que la calle Manuel Acuña, primero se llamó “El Gallito”, y en 1893, al cumplirse el centenario de Antonio Alonso, fraile español de la orden de Santo Domingo que vino con el señor Alcalde para colaborar en la construcción del Hospital de Belén, se le puso el nombre de éste, habiéndose colocado la placa conmemorativa en la esquina noroeste de esta calle y la de Santo Domingo, hoy Avenida Alcalde.

Sin embargo, en 1915, para halagar al entonces gobernador de Jalisco, Manuel Aguirre Berlanga, coahuilense, y al primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, también de Coahuila, hubo políticos locales que, ignorando la historia de la ciudad, y sólo para quedar bien con ambos funcionarios, le impusieron el nombre de su paisano Manuel Acuña.

La política, arriba de la historia
Tales son los antecedentes del nombre de esta calle, que muchos recorremos infinidad de veces cuando visitamos el centro de la ciudad, y a lo largo de la cual se encuentra nada menos que Casa Jalisco, residencia oficial del gobernador del Estado.

¿Moraleja? Quienes aún sentimos cariño y respeto por nuestras ciudades, pueblos y calles, donde nacimos, vivimos y seguramente moriremos, hemos de tener cuidado con aquellos políticos que prometen cambiar la historia, pero no piensan en otra cosa que en sus personales intereses.

javiermedinaloera.com

Artículo publicado por el semanario Conciencia Pública en su edición del lunes 12 de marzo de 2018.


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