El inspector Marcos López Sanglorio, "Marquitos" para los amigos, "Sanglorio" para los colegas y "López" cuando busca un discreto anonimato, se ocupa de los homicidios más cutres de su demarcación. Los más mediáticos son patrimonio de su archienemigo, el infame Romegoso.
De joven fantaseó con la eficacia del Derecho y se hizo abogado pero pronto descubrió que el mal nace en las calles y que es allí donde hay que cortarlo de raíz, antes de que medre en los despachos. Cuando sea mayor quiere ser un buen policía y al menos lo primero lo está consiguiendo porque es el inspector más viejo de su comisaría, donde sigue haciendo lo que mejor se le da: resolver asesinatos. Sabe que difícilmente llegará a comisario, pero no le importa.
Inopinadamente un virus con pinchos destroza el orden natural de las cosas, pero el crimen no entiende de confinamientos.
El hallazgo de unos esqueletos en un antiguo búnker de la Guerra Civil despierta en la memoria de Marcos vívidos recuerdos de su adolescencia, solitaria pero no vacía.
En un Madrid fantasmagórico deberá esclarecer el asesinato de un primer amor inconfeso pero ardiente. Ni el virus ni los manejos de oscuras tramas policiales podrán impedírselo. El precio será alto, ¿será suficiente la recompensa?
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Esta novela es rigurosamente contemporánea de los hechos relatados. Tan es así que la estoy terminando de escribir el mismo día en el que acaba la acción, el uno de julio de 2020. Prometo que no pienso modificar una coma, salvo las posibles erratas y correcciones de estilo si es que alguna vez se llega a publicar. Cuando eso ocurra, los acontecimientos habrán seguido su curso impredecible y probablemente este comentario parecerá más añejo que la momia de Tutankamón, pero refleja mi estado de ánimo en este momento. Y si alguien se siente concernido, irritado o simplemente ridiculizado por algo de lo que aquí se narra, solo le diré dos cosas. La primera, reiterar que los personajes y sucesos que aparecen en esta novela son fruto exclusivo de mi imaginación y que cualquier parecido con la realidad es pura e involuntaria coincidencia. Y la segunda, que me alegro y que le den. Ya estoy harto. Sobre el autorÚltima actualización de los productos de Amazon en este artículo el 2021-11-19 / Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados.