Revista Cocina
Realmente, esta entrada es una excusa para enseñaros mi lasagnera de Silikomart y contaros que, desde que está en mi poder, no ha dejado de asombrarme cada vez que lo he usado. No sólo he preparado lasaña en el, que es para lo que ha sido diseñado, sino también otro tipo de elaboraciones como pollo asado, canelones o bizcochos.
A riesgo de que mis palabras suenen a anuncio de televisión y a promoción dura (nada más lejos de la realidad), os diré que es un molde cómodo, amplio y, sobre todo, muy fácil de limpiar pues no hay restos de comida que queden adheridos a la base o paredes. Creedme si os digo que las fuentes tradicionales, aptas para horno, que he utilizado hasta ahora han quedado aparcadas en el fondo del cajón. Así que, como decían en aquel anuncio de un famoso detergente, "no lo cambio por nada".
Y compartida con vosotros mi opinión sobre la lasagnera de Silikomart, vamos a pasar con la receta ¿no? Aunque receta, lo que se llama receta, no tengo. Pero si pautas para elaborarla de la manera que triunfa en casa y que parte de mi infalible y versátil salsa boloñesa, utilizada como relleno. Preparada ella, se tiene, casi, casi, el 80% de la elaboración lista.
Sólo se necesitan unas hojas de lasaña, una cremosa salsa bechamel y un poco de tiempo para su montaje y horneado. Vamos, coser y cantar.
Las hojas de lasaña que yo uso no requieren cocción previa, se hidratan con el relleno y la salsa bechamel durante el horneado, lo que supone un ahorro de tiempo y trabajo considerable. Para obtener una lasaña jugosa, aseguraos de que la salsa bechamel es ligera y esparcid un poco sobre cada capa de relleno, además de cubrir con ella la superficie de la lasaña.
Si os queréis lucir con la presentación de vuestra lasaña, no la cubráis con queso rallado durante el hornearlo. En su lugar, usad pegotitos de mantequilla repartidos por la superficie. El queso (mejor si es Parmesano o Grana Padano) lo podéis utilizar para decorar cada porción, colocando un montoncito sobre cada una. Queda muy bonito y se fundirá lentamente según lleváis los platos a la mesa.
Por último, si tenéis tiempo y ganas, una manera de enriquecer vuestra lasaña es añadir verduras pochadas al relleno. Cortad cebolla, pimiento rojo, pimiento verde y zanahoria en juliana y pochad las verduras a fuego muy suave. Esparcid esta mezcla sobre cada capa de salsa boloñesa de relleno y veréis qué diferencia. ¡Os harán la ola al probarla!