en su propuesta salada para el mes de Marzo nos invita a preparar un plato clásico de la cocina italiana, la lasaña.
Ya nos hemos vuelto a enganchar al ritmo de los retos, aunque este ha sido por los pelos... Lo que ya se está convirtiendo en una costumbre por que, una vez más, la falta de planificación ha hecho que lo prepara ¡hoy mismo! Menos mal que la idea sí que la habíamos pensado antes y no parecía muy complicada...
Cuando vi el reto que proponían para este mes me puse contentísima. Otra vez podía dedicar un poquito de mi tiempo a preparar pasta fresca, que desde los tagliatelle del año pasado (¿ya hace un año? madre mía, como pasa el tiempo de rápido...) no lo había vuelto a repetir.
Y como a mi me encanta preparar masas, aunque mi cocinillas me miraba con cara de "te estás liando demasiado", decidí hacer las placas para la lasaña yo misma. Aunque he de chivaros que compré una caja de las que venden hechas por si acaso jaja que aunque me chifla amasar, como tenga el día cruzado no me fío de lo que pueda salir....
Por suerte ha salido todo bien y no he tenido que usar la caja de emergencia jaja. La lasaña ha quedado muy ligerita y la combinación de sabores nos ha gustado mucho. En cada bocado se notaba el punto justo de espinacas y bacalao y de vez en cuando te encontrabas con un piñoncito... mmmh muy rico! ;)
Ingredientes (para 4 personas)
- 200 gr. de pasta o 200 gr. de harina y 2 huevos si la preparas tú
- 400 gr. de bacalao
- 300 gr. de espinacas frescas
- 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- Un puñado de piñones
- Queso rallado
- Salsa Bechamel (40 gr. de mantequilla, 400 ml. de leche aprox., 1 cucharada sopera de harina, 40 gr. de queso tierno, pimienta)
- Aceite de oliva, sal y pimienta
Bate bien los huevos. Coloca la harina dentro de otro bol formando una montaña, haz un agujero en el centro y añade los huevos batidos dentro.
Comienza a remover con una cuchara de madera hasta que la mezcla tenga un poco de consistencia y sigue amasando con las manos sobre una superficie plana espolvoreada con un poco de harina para que no se pegue la masa.
Amasa bien durante unos 10 min., hasta que veas que la masa es homogénea, suave y no quedan grumos. Haz una bola, envuélvela con un paño de cocina y déjala reposar durante 30 minutos.
Pasado ese tiempo, espolvorea un poco de harina sobre la superficie donde vayas a trabajar y sobre el rodillo. Puedes coger la bola entera de masa o dividirla en dos, amásala un poco de nuevo y con el rodillo comienza a estirarla hasta conseguir que tenga un grosor de unos 2 mm.
Corta la pasta en rectángulos y déjala reposar sobre un papel de hornear espolvoreado con un poco de harina mientras se calienta la olla con agua, una pizca de sal y un chorro de aceite de oliva.
Al ser pasta fresca, recuerda que con unos 2 - 5 minutos de cocción estará más que lista. Cuando se hayan cocido las láminas procura no ponerlas una encima de la otra ya que se pegarán.
Preparación del relleno y la salsa bechamel
Pela y pica la cebolla y el ajo. Limpia y contar a dados el bacalao. Reserva.
Vierte un chorro de aceite en una sartén y cuando esté caliente añade la cebolla y el ajo. Deja que se doren removiendo de vez en cuando para que no se pegue y añade un puñado de piñones.
Deja que se hagan un par de minutos y añade el bacalao troceado.
Cuando el bacalao empiece a coger color añade las espinacas y un poco de pimienta.
Deja que se hagan unos minutos, lo justo para que empiecen a estar tiernas, retira la sartén del fuego y reserva.
Para preparar la salsa bechamel pon a fuego lento unos 40 gr. de mantequilla. Cuando se derrita añade una cucharada sopera de harina y dale un par de vueltas para que se haga un poco. Añade la leche poco a poco y sin dejar de remover hasta que empiece a espesarse y tenga la consistencia que más te guste. Salpimienta y añade el queso cortado a trocitos muy pequeños. Deja que se derrita y reserva.
Pon a precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
Engrasa el fondo de la bandeja con un poco de mantequilla o margarina. Si lo prefieres, puedes ponerle un poco de bechamel para que no se pegue la pasta.
Coloca la primera capa de pasta tapando todo el fondo de la bandeja. Por cierto, procura cortar las láminas de la misma medida para que queden más iguales que las mías jaja.
En la siguiente capa añade la mitad del relleno cubriendo toda la superficie, luego una segunda capa de pasta, la otra mitad del relleno y, por último, acaba con otra capa de pasta.
Para acabar, solo tienes que cubrir toda la lasaña con la bechamel, rallar el queso por encima y añadir otro puñadito de piñones.
Mételo en el horno unos 10-15 minutos, cambia a la opción de grill y deja que se gratine unos 5 minutos más hasta que la superficie coja un tono dorado.
Para darle el toque final antes de servir puedes añadir por encima un chorrito de aceite de oliva virgen y un poco de pimienta.
EDITO: con esta receta participo en el concurso de recetas de bacalao que organiza Rocío, del blog Chismes y Cacharros.