Revista Cultura y Ocio

Last Kiss – Wayne Cochran

Publicado el 03 diciembre 2017 por Srhelvetica

De la versión degradada al irreconocible original: ese fue el intrincado y largo camino que condujo desde una terrible canción que marcó mi niñez hasta el descubrimiento de una composicion que realmente valía la pena. La rescato hoy, cuando me entero a través de la redes sociales  (con algunos días de retraso) del fallecimiento de Wayne Cochran, un tipo que si por algo pasará a la historia de la música -además de hacerlo por su espectacular peinado pompadour–  es por ser el compositor de esta genial “Last Kiss“, más conocida -me temo- en las espectaculares versiones, apropiaciones y hasta adulteraciones que ha sufrido, que en su forma primigenia.

El caso es que allá por 1985 yo tenia unos nueve años, y andaba metido hasta las cejas en un grupo de boy-scouts que de forma justa asocio a la parte más feliz de mi infancia: no voy a permitir que todos aquellos días felices de campamentos, juegos y problemas sean abordados desde la preponderante óptica sarcástica que convierte al escultismo en un movimiento de repipis y sabelotodos, cuando no -ya estaba  tardando alguno en pensarlo- en el paraíso organizado por un perverso club de pederastas. Lo cual no quita, faltaría más, para reconocer que algunos horrores fueran más o menos habituales: me temo que la cuestión musical no era precisamente su flanco más fuerte. Los peores tics del ranrrán parroquial, la sopaboba infumable de lo peor de la “canción de autor”, la cursilería y la obviedad, el horror.. EL HORROR. Mucho me temo que  “El Accidente” era, ay, la sublimación de todo aquello: una canción supuestamente triste sobre una pareja que se da una galleta tremenda con el coche, sucediendo que uno de los dos enamorados sobrevive pero tiene que presenciar como la vida del otro se esfuma ante sus mismísimos ojos, y apenas tiene tiempo de despedirse entre lágrimas. (He de confesar que, ingenuo de mí, al poco tiempo mis gustos evolucionaron un poco y creí que mis oídos quedaban para siempre jamás a salvo de algo tan horripilante hasta que, hey, un debutante Alejandro Sanz me sacó de mi error en 1991 con su canción “Se Le Apagó La Luz“, de idéntico planteamiento). Hummm… ahora que lo recuerdo, había otra tremenda sobre un niño que le canta a su madre (desde el vientre materno, ahí es nada) que quiere vivir y ella al final decide abortar, pero mejor lo dejamos aquí porque como empiece a irme por las ramas…

La cuestión es que 30 años después de aquello, andaba yo en mi (ouch) ex-trabajo, y como era habitual sonaba la programación de Radio 3 por el hilo musical, llegando a nosotros (por aquello de que el volumen de la música y la productividad de las jornadas laborales parecen ser inversamente proporcionales) más bien como un hilillo, cuando de pronto sonó “Last Kiss” en la versión de  Pearl Jam, y aquelló acabó efectivamente por desconcentrarme. Unmomentounmomentounmomento… ¿pero esto no es..? Efectivamente, mi cerebro comenzó a atar cabos a toda velocidad, y una rápida búsqueda en google confirmó mis sospechas: de Pearl Jam  a  la exitosa versión realizada en 1964 por J. Frank Wilson and the Cavaliers, y de estos al estrafalario Wayne Cochran y su inenarrable tupé.

Aquí, la letra original, compuesta por Cochran en 1961:

Well, where, oh where can my baby be?
The Lord took her away from me
She’s gone to heaven so I got to be good
So I can see my baby when I leave this world

We were out on a date in my daddy’s car
We hadn’t driven very far
There in the road, straight ahead
The car was stalled, the engine was dead
I couldn’t stop, so I swerved to the right
Never forget the sound that night
The crying tires, the busting glass, the painful scream that I heard last Well, where, oh where can my baby be?
The Lord took her away from me
She’s gone to heaven so I got to be good
So I can see my baby when I leave this world Well when I woke up, the rain was pouring down
There were people standing all around
Something warm running in my eyes
But I found my baby somehow that night
I raised her head, and then she smiled and said
Hold me darling for a little while
I held her close, I kissed her, our last kiss
I found the love that I knew I would miss
But now she’s gone, even though I hold her tight
I lost my love, my life
That night Well, where, oh where can my baby be?
The Lord took her away from me
She’s gone to heaven so I got to be good
So I can see my baby when I leave this world

Y aquí, la versión que yo conocí de “El Accidente” y que -blanco y en botella- no era otra cosa que la adaptación a nuestras latitudes de la traducción que múltiples bandas latinoamericanas habían realizado del tema original:

Íbamos los dos al atardecer
anochecía y no podíamos ver
el conducía (curioso detalle el nuestro, en el original la narracion la hace el conductor y es la chica la que la espicha, pero en España lo cuenta la sufrida copiloto, y es él quien muere) a más de cien
encenció la luz para poder ver. Había un letrero de desviación
el cual tomamos sin preocupación
mas cuando el quiso frenar
al auto loco el fondo fue a dar… ¿Por qué se fue, por qué murió?
¿Por qué  el señor se lo llevó? Sa ha ido al cielo, y para poder ir yo
he de ser buena para estar… con mi amor Cuando yo pude salir
por un momento, no supe de mi
hacia el auto, yo corrí
y aun con vida, le pude hallar. Él me miró, me dijo amor,
allá me voy, donde está Dios
el ha querido separarnos hoy
abrazame, porque me voy. Así le abracé, y un beso le dí,
y entre mis brazos el se murió… ¿Por qué se fue, por qué murió?
¿Por qué  el señor se lo llevó? Sa ha ido al cielo, y para poder ir yo
he de ser buena para estar… con mi amor

Cochran murió el 21 de noviembre de 2017, en Miami, Florida. No se informó la causa de su fallecimiento. Pero hey, Wayne, estés donde estés, descansa tranquilo: ahora ya lo sabemos, la tuya era la buena.

Anuncios &b; &b; Publicado en: Greatest HitsEtiquetado: 1961, Gala Records, Rock, Wayne CochranEnlace permanenteDeja un comentario

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