Hoy revisando mis cosas, alcancé un artículo publicado el año pasado en la misma fecha y al leerlo me sentí calcada nuevamente, sí, porque al acercarse esta linda y maravillosa jornada para todos los que entregan amor, sea a la pareja, a la familia o a una sincera amistad, el alma se nos alegra o se nos entristece por la ausencia de personas queridas.
Así me sucedió hoy al leer estas pequeñas pero sentidas letras escritas por mí, porque no es precisamente año y medio de la pérdida de mi esposo, ya casi son tres, el 1ro de Mayo, y porque tampoco tengo ya a mi padrastro que en aquella ocasión lo tenía, pues ya son seis meses de ausencia, desde el pasado, 31 de julio, también me falta mi papá, una gran representación del sexo masculino muy grande para mí, ya no están aquí para iluminar mis días. Y es que, al volver atrás se nos achica el corazón, se nos oscurece el día, llueve la tristeza… Pero, al abrir la ventana y ver la profundidad del camino, nos levantamos y nos exigimos más, porque la vida sigue y tenemos una responsabilidad muy grande con la familia y nuestros bellos frutos que son más que especiales. Muchas Felicidades les deseo de todo corazón a todos ustedes en este bello día, en el que crecen los lazos del amor y la amistad.